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Casa de la Familia de la UST Temuco conmemoró Día Mundial de la Salud“Ya estoy enamorada de Chile. Hacer esta pasantía ha sido la mejor experiencia de mi vida”
La veterinaria mexicana Mariana de la Torre llegó a Viña del Mar como parte de la maestría que cursa en UNAM, donde Gonzalo Chávez, académico de UST, es integrante de su comité tutoral.
Enamorada de Chile y feliz de haber tomado la decisión de viajar. Así se declara Mariana de la Torre Díaz, veterinaria mexicana que escogió Viña del Mar para realizar una pasantía como parte de la maestría que estudia en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Claro que la elección no fue por casualidad ni porque quisiera conocer la denominada “Ciudad bella”, sino porque Gonzalo Chávez, académico de Medicina Veterinaria en Universidad Santo Tomás Viña del Mar, es parte de su comité tutoral.
¿Y cómo conoció a Gonzalo Chávez? Mariana explica que el académico nacional ofreció hace un tiempo una charla en su Facultad “y se me hizo una persona muy inteligente, además sabía que él ha escrito libros y que había estado en México haciendo una estancia de perfeccionamiento, entonces mi tutor principal ya lo conocía, otros profesores también, así que tenía muy buenas referencias. Cuando ingresé a la maestría lo contacté porque me estoy especializando en etología clínica, que es su área, y le pregunté si quería ser uno de mis tutores y respondió de inmediato que sí”.
Maestría en México, pasantía en Chile
Con el académico de UST como tutor, la veterinaria mexicana tenía claro que realizaría una pasantía en el extranjero. “En esta maestría la mayoría de los estudiantes se va al extranjero en el último semestre. Como Gonzalo era mi tutor, siempre se proyectó que mi viaje sería a Chile”, cuenta, añadiendo que se encuentra en el último semestre de la maestría y que el título tentativo de su proyecto es “Evaluación de la empatía hacia animales utilizando una escala validada en propietarios del Servicio de Etología Clínica de la Facultad de Medicina Veterinaria de la UNAM”.
“Llevo como un mes viviendo en Viña del Mar y la verdad es que ya estoy enamorada de Chile, me encanta, se me hace muy familiar. La gente se parece mucho a los mexicanos, eso es verdad. Acá me siento segura, respetada incluso, camino por la calle y no me ha tocado escuchar nada que me haga sentir mal, todos son muy amables”, dice Mariana, quien llegó a nuestro país el 12 de marzo y se quedará hasta el 16 de mayo para seguir especializándose en etología clínica veterinaria.
Lo que sí le ha llamado la atención a Mariana es la presencia de perros en las calles. “¿Acá les llaman quiltros, no? Me impresiona que estén en muy buenas condiciones, incluso sobrepasan lo ideal, están gorditos, son súper sociables, al parecer están habituados a estar en la calle. En México también hay muchísimos, pero la gente les tiene miedo, se aleja o los agrede. Acá el trato es muy diferente, he visto que les ponen casitas, comida, allá eso no sucede”, compara.
La mejor experiencia
De su estadía en Chile, insiste en que solo ha vivido experiencias positivas: “ni siquiera me he perdido en la calle, aunque no sería problema porque me encanta caminar. Pero con internet, google maps, waze, es imposible perderse”.
Respecto a su rutina diaria, la profesional mexicana cuenta que durante todo el día trabaja en su tesis en las oficinas de UST, y por la tarde acompaña a Gonzalo Chávez o a otros académicos de la Escuela de Medicina Veterinaria a consultas médicas, ya sea a domicilio o en el hospital veterinario. “No hay muchas diferencias en el modo de trabajar, al menos en el área de etología clínica. Cuando vamos a casas he notado que la relación de la familia con las mascotas es muy parecida a la de México, la idiosincrasia no es tan diferente”, señala.
“Hasta ahora es la mejor experiencia que he tenido en mi vida. Tenía un poco de miedo al principio por viajar tan lejos, pero no dudé y creo que valió la pena, así que qué bueno que lo hice, que bueno que escogí a Gonzalo como tutor. Ha cumplido todas mis expectativas, siempre es bueno conocer otros puntos de vista, entonces conversamos mucho, ha sido algo muy enriquecedor”, finaliza Mariana, esperando regresar a México para finalizar su último semestre de maestría y retomar a tiempo completo el ejercicio de la etología clínica veterinaria.