Desafíos de la Salud Dental en Chile
El 20 de marzo celebramos el Día Mundial de la Salud Bucal en el que se enfatiza la importancia de mantener una boca sana a través de hábitos y estilo de vida saludables en cuanto a alimentación e higiene oral. Esta iniciativa nace desde la Federación Dental Internacional (FDI) y busca crear conciencia de la población frente a una realidad adversa, tanto en nuestro país como a nivel global, considerando que las enfermedades bucodentales se enmarcan como las afecciones de salud más comunes a nivel mundial, afectando aproximadamente a 3.500 millones de personas (Informe Mundial OMS 2022), aun cuando la mayoría de estas enfermedades pueden ser evitables y se pueden tratar con gran éxito en sus primeras etapas.
En nuestro país, por ejemplo, alrededor del 50% de la población presenta caries cavitadas no tratadas. Lo anterior nos sitúa, según la OMS, entre los países con mayor cantidad de caries no tratadas de dientes permanentes en mayores de cinco años y consecuencia de ello, desde los 64 años hacia arriba, promediamos 18 piezas dentales perdidas.
Si bien, por una parte, la política nacional de salud bucal ha puesto énfasis en programas para embarazadas, prescolares, adolescentes y adultos mayores, aún no ha sido suficiente la cobertura de atención en el sistema público, que absorbe al 80% de la población. El programa de Garantías Explícitas en Salud (GES) mitiga parcialmente la falta de acceso pero no existe una cobertura amplia en atención odontológica, lo que obliga a las personas que no pueden costear los altos aranceles del servicio privado, a postergar tratamientos que terminan con la pérdida de las piezas dentales. Con 4.000 dentistas en el servicio público y 26.000 en clínicas privadas, en Chile se hace necesaria y urgente una reforma al fondo nacional de salud que integre a ambos sectores.
Pero una cobertura efectiva y eficiente no solo debe abocarse a lo curativo. Hace falta un modelo integrador, centrado en la promoción de la salud, apoyándose en intervenciones comunitarias, en la atención primaria de la salud y en la adopción de estilos de vida saludables para la reducción tanto de la exposición como del riesgo. Este enfoque promocional se ha realizado con éxito en algunos países como Suecia, Dinamarca y Brasil, con una reducción importante de las tasas de caries dental.