Tasas de interés e inflación: ¿Incentivo al ahorro?
El reciente escenario económico pareciera no ser alentador para la población y es que uno de los elementos que más ha impactado a las personas es el alza de la Tasa de Política Monetaria por parte del Banco Central, lo cual encarece su endeudamiento. Sin embargo, en este mismo contexto existe otra cara de la moneda: el incentivo al ahorro.
Uno de los objetivos de subir las tasas de interés es disminuir el flujo de efectivo en el mercado, no sólo desincentivando el endeudamiento, sino también incentivando el ahorro.
Es así como hoy en día los bancos ofrecen una tasa anual en depósitos a plazo que bordean el 10%. Por ejemplo, si una persona posee $1.000.000, tomando como base una inflación anual de un 13% (proyección 2022), en un año, perderá poder adquisitivo y su dinero valdrá alrededor de $885.000 en el mismo plazo. Sin embargo, si esta persona invierte su dinero a un interés de un 10% anual, dentro de un año recibirá $1.100.000, lo que, con la misma inflación, equivaldría a $973.000, aproximadamente, que, si bien no alcanza a cubrir el efecto inflacionario, le significaría una pérdida en su poder adquisitivo de alrededor de un 2,7%.
Por ello, el concepto de ahorro implica saber gestionar el efectivo de modo de compensar o, al menos, aminorar el efecto inflacionario. De esta forma, el alza en las tasas de interés no sólo implica una restricción al endeudamiento, sino también un incentivo al ahorro.