No son ellos, somos nosotros: profesionales hablan sobre la importancia de la inclusión para los menores con TEA

Sentir, ver, percibir el mundo y las interacciones con las personas que les rodea de forma diferente, en mayor o menor nivel de dificultad. El Trastorno de Espectro Autista es una condición de salud que se da por una alteración neurológica y de desarrollo que comienza en la infancia. Esto causa la manifestación de características relacionadas con la interacción con otros, la comunicación y la flexibilidad mental. Pero frente a esto, la mayor dificultad que presentan se relaciona a cómo el resto les percibe.

Maximiliano Merino, Terapeuta Ocupacional y Director de Carrera de Terapia Ocupacional Santo Tomás Concepción explicó que las dificultades en la participación de las personas con TEA están dadas principalmente por la falta de conocimiento y empatía por el entorno que los rodea. “Es por lo mismo que debemos seguir siempre como sociedad creciendo en entender a los demás”, expresó.

Comprender, adaptar e integrar

La terapeuta ocupacional y docente en Santo Tomás Concepción, Javiera Cabrera señaló que algunos niños o niñas con TEA presentan alteraciones del procesamiento sensorial, lo que quiere decir que reciben los estímulos del ambiente de una forma diferente.

“Por lo mismo, si el entorno se logra adaptar y comprender lo que le pasa con estos estímulos a las personas con TEA, tendrán un mejor desempeño. Si logramos como sociedad entender que todos funcionamos distintos será más fácil la inclusión de las personas con TEA en la sociedad”, declaró la especialista.

Agregó que en el contexto escolar el trabajo principal desde la terapia ocupacional es con pautas que se vinculan a la inclusión educativa y social de las niñas, niños y jóvenes que viven con esta condición, también la adecuación del entorno y la educación a las personas dentro del contexto. Así se espera que las personas con este trastorno puedan desempeñarse de manera más autónoma e interdependiente posible.

En relación a la integración de menores con TEA a las aulas de clases, Lilian Poveda, directora de carrera del área de educación en Santo Tomás, declaró que algo crucial es ”siempre considerarlos como personas de derecho, que merecen tener una educación de calidad y con las mismas oportunidades de cualquier persona. Si se comienza por eso, la verdad es que la inclusión se da por si sola. Sin embargo, como los procesos inclusivos están en una etapa incipiente es necesario hacer algunas adaptaciones en las clases que permitan que todos los estudiantes puedan aprender y participar”.

Para esto, la profesional recomienda que los nuevos conocimientos a trabajar siempre sean presentados con múltiples formas de representación (visual, auditivo y kinestésico), que los estudiantes tengan la libertad de expresar lo aprendido en el formato que más les acomode y que además cada una de las experiencias de aprendizaje esté conectada con su emoción, con sus intereses y vivencias previas.

¿Avances?

Lilian Poveda, hizo también su propia evaluación en relación con la inclusión en procesos formativos dentro de establecimientos educativos, y comentó que la temática inclusiva ha sido un tema incorporado al plan de estudio de forma paulatina, y que busca enfocar la mirada educativa en la diversidad dentro del aula y cómo ésta puede tornarse en una aliada dentro de los procesos de enseñanza-aprendizaje.

Añadió que es necesario continuar en el perfeccionamiento de docentes, educadores y profesionales que participan en el proceso educativo de la persona con trastorno del espectro autista. “Se debe continuar con la sensibilización y visibilizarían de las potencialidades, características y requerimientos que envuelven a esta condición. Es de suma importancia el conocimiento acerca de esto para poder entender cómo actuar y hacerlo de manera asertiva en la sala de clases”, concluyó.