Cómo cuidar tu salud mental en pandemia
Hoy en día, las afecciones en la salud mental son cada vez más visibles en la comunidad. Existen dos tipos de evidencia clara sobre ello, una es a través de la medicina convencional y otra es también desde las terapias complementarias: ambas concuerdan que existe un deterioro psico-emocional debido a las diversas presiones a las que nos enfrentamos a diario.
Permanecer constantemente frente a pantallas, estar expuestos a la sobre utilización de aparatos electrónicos como computadores, celulares o tablets; en general, todo lo que tenga que ver con estar de forma permanente conectados al ritmo acelerado de la vida y desconectados consigo mismos, son instancias que tanto a niños, adolescentes y adultos ocasionan secuelas por carga mental. Por ello, es importante generar tiempos de descanso personales, que permitan aislarse del estrés, según las preferencias de cada persona.
Ahora, existe una amplia gama de tratamientos complementarios, que pueden ser una buena opción para cuidar nuestra salud mental en el retorno presencial de actividades. Sabemos que, por ejemplo, el Reiki trabaja con las cargas emocionales, los procesos depresivos y de ansiedad. La auriculoterapia que generalmente también se utiliza para procesos ansiosos, relacionados a nutrición y salud alimentaria. El biomagnetismo, el cual es una terapia bastante completa, utilizada para dolores de tipo físico, tales como reumatismos, alguna patología de artritis, artrosis, problemas de hipertensión. Las flores de Bach, como un tratamiento basado en la recuperación de armonía entre mente y alma. Todas estas terapias y más, buscan como principal objetivo activar una conexión interna con nosotros, para así generar un impacto positivo en el proceso de sanación.
Es por esto, que las pausas activas y el descanso, son nuestra principal herramienta para cultivar nuestro bienestar y salud mental. Tratar de aquietar y dejar en silencio la mente, dar el espacio a momentos de autocuidado y relajo personal. Ya que muchas veces no existe una detención de carga o presión emocional, entonces sostener este bullicio mental hace que se reproduzcan una y otra vez las constantes preocupaciones, que están interiorizadas, normalizadas, y no somos capaces de decir: ¿Cuándo paramos? Aquí te dejamos algunos consejos para reducir el estrés y comenzar a fomentar tu propio bienestar.
- Haz una pausa activa si te sientes cansado. Respira. Reflexiona. Organiza tu tiempo para trabajar o estudiar, pero también para descansar.
- Ordena una rutina saludable. Primero comienza de a poco y, a medida que vayas avanzando en estas pequeñas metas, añade más.
- Puedes crear un ritual matutino, vespertino y nocturno, según las tareas que debas realizar durante el día.
- Reduce los tiempos que utilizas tras las pantallas. Es agotador tanto para tu vista como tu salud mental la sobre exposición tecnológica, intenta controlar las horas que pasas e ir disminuyendo de a poco.
- Mantén el contacto con tus cercanos. La buena comunicación surge a partir de la confianza.
- No te exijas demasiado, a veces hay días más productivos que otros, está bien equivocarse y volver a intentar.
- Agradece lo que tienes y a quienes te rodean. Mostrar gratitud contigo mismo también es importante para la autovaloración.
Así, es que existen muchos consejos para cuidar mejor tu salud mental. Esta lista es tan sólo una pequeña muestra de los cambios que puedes hacer en tus hábitos para ver la diferencia. No importa si no logras hacerlo a diario, tener la intención de retomar y querer intentarlo es lo que cuenta. Además, si te cuesta conciliar el sueño o concentrarte en algo, existen las meditaciones guiadas y las terapias complementarias mencionadas anteriormente, para lograr una buena canalización de tus energías. Por supuesto, no dudes en buscar apoyo profesional si lo necesitas, tanto en tu casa de estudios como en hospitales y centros de salud, así como también en fundaciones y organizaciones en defensa de la salud mental.