“Es indescriptible lo que siento al poder cumplir mi sueño de poder estudiar”

“Tuve una buena niñez, a partir del año 1992 económicamente nuestro hogar no pasaba por un buen momento económico, por lo que tuve que dejar de estudiar el año 1995 llegando hasta segundo medio con 15 años. Mis ganas de seguir estudiando se truncaron por la mala situación económica”.

Este relato refleja de manera fiel, el arduo camino que Francisco Colguán, estudiante de tercer año de la carrera Ingeniería en Administración mención Gestión Pública del IP Santo Tomás ha transitado para poder estudiar.

El seleccionado estudiante Sello cuenta que 23 años después, el destino le brindó una nueva oportunidad; “comencé a trabajar en la Municipalidad de Puerto Montt y en la entrevista para ingresar, el jefe de personal me preguntó que aspiraciones tenía, yo contesté que quería seguir estudiando. Ahí comenzó todo esto; ingresé a estudiar al Centro de Estudios La Araucana en horario vespertino para terminar tercero y cuarto medio en el año 2018, me licencié, siendo el mejor promedio de los siete cuartos medios. Durante el mismo año, surgió la posibilidad de tomar un cupo para prepararme en un preuniversitario gratuito los sábados, lo tomé y rendí la PSU”.

Respecto a su elección profesional, Colguán comenta que cuando llegó el momento de buscar donde estudiar eligió Ingeniería en Administración con Mención en Gestión Pública en Santo Tomás; “quise ser parte de la solución en algo que se cuestiona mucho hoy en día, el servicio público, existen malas prácticas, utilización no adecuada de recursos, se critica mucho a los profesionales de esta área. Yo tomé la decisión de formarme para ser un buen administrador público y cuando llegue el día en que sea un profesional aportar mis conocimientos a todas las mejoras posibles”.

Premio al sacrificio

Para el futuro administrador público el recibir este reconocimiento, es un premio a su sacrificio personal, pero también familiar, su esposa María Inés y su hija Martina Paz de 14 años; “ellas son muy importantes en cada avance como estudiante, siempre me apoyan y son parte de este logro. En lo económico también es un gran respiro, ya que pensamos en ahorrar el dinero para cuando nuestra hija ingrese a estudiar en la educación superior”. “Al enterarme que había recibido el premio, me tomó de sorpresa, de hecho, estaba trabajando cuando el director de carrera me llamó contándome la noticia, fue emocionante, me llenó de orgullo y satisfacción”.

“Me parece una muy buena forma de premiar el sacrificio y los valores que tienen los alumnos, el incentivo económico es importante, pero va más allá, es la forma de demostrar al entorno y a la comunidad tomasina que existe la preocupación, la atención hacia los estudiantes, esto demuestra que para la institución no somos un número dentro de las aulas y por eso agradezco que a través de estos incentivos se premie a las personas por sus valores”.

Participación activa dentro y fuera del aula

Cabe destacar que las acciones de Francisco van más allá de las funciones normales de un estudiante, ya que también forma parte del Centro de Alumnos, en el cargo de Delegado de Acción Social. A este respecto comenta; “siento que me quedé con las ganas de hacer cosas debido a la pandemia, relacionar grupos de estudiantes en acción social, haciendo campañas de ayuda para personas de escasos recursos, ayuda a adultos mayores, y muchas ideas que esperarán hasta el día que llegue el desconfinamiento social”.

En cuanto a lo académico, relata que espera terminar de buena forma su carrera, obtener su título y seguir estudiando; “es algo que me gusta mucho y siento que, a mis 40 años, me queda cuerda aún”. “En lo profesional, no pido mucho, sólo poder desempeñarme en un trabajo en el que sea un aporte para la sociedad, me encantaría poder trabajar en innovación y desarrollo regional”.

Adaptación al cambio

El ser destacado como estudiante en medio de una pandemia también es un factor importante, especialmente con todas la dificultades que presentó el año 2020; “en el caso de los vespertinos el sacrificio es doble, ya que debemos correr del trabajo para poder llegar a clases, muchas veces se caía la señal o me conectaba del teléfono en el trayecto a casa, pero no dejaba de hacerlo ya que había que adaptarse y seguir adelante, las dificultades son parte del desafío y como dice el director, un estudiante de Santo Tomás, no debe ser parte del problema, debe ser parte de la solución y eso lo tengo siempre presente”.

En este contexto, agrega; “creo que la adaptación al cambio, tanto de nuestra Institución, como de las y los alumnos, fue notable, aparecieron los problemas y Santo Tomás junto a las organizaciones estudiantiles fuimos trabajando para ir buscando soluciones a los problemas que existían de conectividad, económicos por cesantía de los alumnos, solicitamos ayuda psicológica para quienes estaban afectados por el gran cambio de vida que nos trajo la pandemia, esto lo solicitamos luego de la gran pérdida que tuvimos en vacaciones de invierno, por la partida de nuestro profesor de Derecho Rodrigo Torres que nos dejó con una gran pena, él era muy querido por nuestro curso, de forma personal le tomé un gran cariño, era una gran persona y recuerdo muy bien cada consejo que me entregó”.