Las sedes de Viña del Mar, San Joaquín, Curicó y Rancagua ofrecieron un espacio de autocuidado para equipos profesionales del área en tiempos de crisis.

La virtualidad ha permitido que podamos conectarnos sin pensar en las distancias, desde distintas ciudades, lo que ha dado la posibilidad a realizar actividades que unan a distintas sedes de Santo Tomás, institución presente de Arica a Punta Arenas.

En esta oportunidad, las sedes de Rancagua, Curicó, San Joaquín y Viña del Mar – con sus carreras del área Ciencias Sociales – se unieron en una actividad dirigida a los equipos profesionales, la mayoría Centros de Práctica de estudiantes tomasinos o socio estratégicos: “Somos conscientes de lo difícil que ha sido el año, por eso hemos querido regalar un espacio de autocuidado en tiempos de crisis”, señaló Esperanza Faúndez, Directora de Carreras del Área Ciencias Sociales en Santo Tomás Rancagua.

El taller fue dirigido por Fran Ruiz, fundador de la consultora Partners for Passion, quien realizó distintas dinámicas para descubrir las emociones vividas en estos tiempos de pandemia, los fantasmas que han surgido y cómo hacerlos desaparecer, además de la importancia de tomarse un tiempo para parar.

Roxana Bobadilla del Centro de Estimulación Floreser de Rancagua compartió su experiencia en este espacio de autocuidado: “Me quedo con la esperanza de que uno puedo dominar su propia vida, que uno puede parar, respirar, pensar, agradecer, bendecirse y llenarse de esa energía para seguir viviendo con más ganas, con una sonrisa y así eso lo vamos irradiando, se prende y se arma la fiesta”.

En el chat de la reunión organizada en Zoom, algunos de los más de 60 conectados expresaron que la pandemia ha afectado su rendimiento, su motivación y sus relaciones interpersonales. Asimismo, coincidieron en que el taller les entregó muchas herramientas para poder seguir adelante.