Reconstruir la confianza para empezar la tan anhelada nueva cotidianeidad
Ni la mejor película del mundo, pudo ponernos en un escenario de tanta incertidumbre y desconfianza hacia lo que antes era parte de nuestra cotidianeidad. Inicialmente en esta pandemia los temores estaban concentrados en los contagios, en la capacidad del sistema de salud, en mantener el trabajo y en el desafío que nos impuso el teletrabajo; a todo eso hoy se suman las nuevas costumbres que hemos debido incorporar en las relaciones, en recuperar la confianza en las instituciones y en la comunidad para volver a vivir con todas esas formas sociales y culturales que nos han caracterizado como sociedad.
No hay duda que esta experiencia pandémica para muchos de nosotros será única y más allá de las particularidades, este tiempo de pandemia que ya suma siete meses, nos ha mostrado grandes y en muchos casos dramáticas verdades que son parte de este mundo que hoy lo percibimos más pequeño que nunca, por ejemplo la vulnerabilidad de los sistemas de salud, las carencias y las brechas educativas de muchos sectores de la población, la incipiente educación cívica que ha dificultado al extremo el trabajo para lograr el bien común, en definitiva hemos evidenciado una falta de autorregulación que más allá del peligro que significa, lo que pasará es que seremos recordados por las futuras generaciones por lo que no fuimos capaces de hacer.
Hoy debemos ser todos responsables de empezar a reconstruir las confianzas en las instituciones públicas, privadas, políticas y sociales para volver a vivir con nuevos paradigmas pero con certeza de que podemos construir entornos seguros, ¿estamos preparados para esto?, la respuesta es y debe tener una manifestación unívoca; sí, debemos estar preparados porque estamos contra el tiempo, porque ya ha comenzado el retorno paulatino a actividades cotidianas y dependiendo del comportamiento que mostremos, de la cultura cívica y de autorregulación en nuestras acciones para aportar al bien común se verá si podremos decir que nuestro legado estará en la fortaleza, en la empatía y en la confianza para esta nueva forma de vida que estamos iniciando.