Noticia anterior
“La región de Los Lagos requiere profesionales expertos en Acuicultura”Egresados Tomasinos frente a la Pandemia: Luchan por reincorporar a pacientes COVID-19
Fonoaudiólogos, Terapeutas Ocupacionales y Kinesiólogos de UST Santiago cuentan sus experiencias como parte del Equipo de Salud del Hospital San Juan de Dios.
“Estos pacientes requieren atención para evitar que todas estas secuelas se mantengan en el tiempo y empeoren. Se debe trabajar para evitar y revertir la atrofia muscular, devolver la funcionalidad y permitir que los pacientes puedan reincorporarse a su vida familiar, social, laboral”. Así resume su labor diaria con pacientes que sobrevivieron al COVID-19 Soledad Fuentealba, Kinesióloga egresada de la Universidad Santo Tomás Santiago.
Soledad cuenta que, como Kinesióloga del Sector E, Cirugía Agudo del Hospital San Juan de Dios (HSJD), formó parte de esta fundamental labor junto a “todo un equipo de rehabilitación, entre fonoaudiólogos, terapeutas ocupacionales, fisiatras, que en conjunto permiten una correcta rehabilitación y evitar secuelas que se puedan presentar post COVID”.
Así lo confirma Bastián Sabal, egresado de UST Santiago, quien es Fonoaudiólogo Clínico en el Área de Hospitalización en Servicios de Medicina del HSJD, donde aborda “todas aquellas secuelas y alteraciones de carácter deglutorio y comunicativo producidas por el COVID-19, y los procedimientos utilizados para la estabilización ventilatoria”.
Destaca el rol que cumple “la Fonoaudiología en la rehabilitación de estos usuarios, debido a que es la disciplina idónea para abordar los problemas relacionados a la deglución y fonación (actividades cotidianas), evitando complicaciones respiratorias por presencia de alimentos y líquidos que se dirijan al famoso ‘camino viejo’, es decir, los pulmones».
«De esta forma, la Fonoaudiología contribuye a reducir complicaciones extras y, por ende, a disminuir días de hospitalización”.
Por su parte, María Luisa Vargas, Terapeuta Ocupacional en la Unidad de Geriatría de Agudos y Cuidados de Fin de Vida del HSJD, cuenta que su labor “se enfoca en la rehabilitación de pacientes, que debido a esta enfermedad han pasado por períodos extensos de hospitalización, provocando de manera directa su pérdida de funcionalidad (…), realizando intervenciones enfocadas en mejorar y/o mantener su desempeño ocupacional una vez egresados de la unidad”.
Un proceso esencial, recalca la egresada de Terapia Ocupacional, puesto que “no sólo nos enfocamos en la funcionalidad de los pacientes, lo cual se asocia directamente con el componente motor y/o mental, dentro del contexto hospitalario, sino que también en el ámbito emocional, siendo fundamental para lograr un proceso de rehabilitación exitoso. Contenemos, acompañamos y favorecemos el manejo integral”.
Pacientes de alta
A la hora de ver a sus pacientes siendo dados de alta, la Kinesióloga Tomasina afirma que “es un sentimiento difícil de explicar, produce júbilo, es demasiado emocionante. Me genera una alegría inmensa saber que lograron vencer la enfermedad y que van a poder volver a sus hogares a ver a su familia, abrazar a sus hijos, papás, abuelos, nietos, hermanos, tías”.
“Uno espera que todos los pacientes logren irse de alta, logren ganar a la enfermedad, pero sabemos que es complejo y, por eso mismo, uno se siente pagado por todos los esfuerzos que se han hecho”, agrega Soledad.
Para María Luisa, en tanto, es una “satisfacción, ya que fui parte de un proceso importante dentro de un contexto complejo para una persona totalmente desconocida, que debió confiar en mí y en mis capacidades, con el fin de poder volver a su hogar, con su familia en las mejores condiciones posibles. Y, lograrlo, significa que eres un buen profesional y más que eso, una buena persona”.
Similar es la sensación de Bastián, asegurando quedar “lleno de alegría, sobre todo en aquellos usuarios en donde el proceso de hospitalización ha tenido larga data. Imagina estar día a día otorgando atención a una persona que no lo ha pasado muy bien, que dado el contexto sanitario actual no tiene contacto físico con familiares, incluso a veces ni siquiera poseen red de apoyo y tú eres una de las personas que está ahí todos los días entregando todo lo que sabe para que salga adelante lo antes posible. Entonces, la alegría que siento es verdadera, pura e impagable”.
Del Aula a la Pandemia
Los tres profesionales tomasinos de la Salud, prácticamente, debieron enfrentar la Pandemia recién terminada su formación en la UST Santiago. Sin embargo, reconocen haber estado bien capacitados, calificando su preparación académica como “muy fundamental”.
“Aunque es una enfermedad que poco se conocía, el hecho de tener una buena base académica me permitió tener las herramientas necesarias para abordar de mejor manera este desafío. El hecho de tener campos prácticos fue de gran ayuda para enfocar de mejor manera las atenciones, haber tenido profesores de gran nivel que siempre nos motivaron a seguir estudiando, seguir aprendiendo, estar actualizados”, destaca Soledad.
Por su parte, Bastián sostiene que “me entregaron herramientas necesarias y útiles para afrontar esta Pandemia. Si bien, el área en la que me desempeño es sumamente complicada, no sólo por la labor misma, sino por todo lo que conlleva, la base conceptual, la aplicación teórica-práctica, tratar con personas, lograr comunicación efectiva con el equipo de trabajo, entre otros aspectos más”.
Finalmente, María Luisa afirma ser “una convencida de que todos los procesos de nuestra vida son fundamentales para convertirnos en lo somos el día de hoy y, en base a eso, entregarnos las herramientas necesarias para enfrentarnos a diferentes situaciones. Es por esto que, definitivamente, mi preparación académica me otorgó muchas de estas herramientas que fueron y son fundamentales para enfrentar esta situación”.