Alejandro Villamán: “Mientras otros están durmiendo, tu trabaja, estudia, perfecciónate”

Alejandro Villamán y Cristian Jara fueron dos de los profesionales que cursaron entre agosto 2016 y diciembre de 2018 el Magíster en administración de empresas (MBA) de Universidad Santo Tomás Los Ángeles, y que además realizaron una pasantía de estudios en la Universidad Católica de Ávila, España (UCAV), en junio de este año.

Particularmente, Alejandro Villamán Matamala, Ingeniero Agrónomo, tras participar del programa de estudios internacional, relató cómo la Universidad Santo Tomás Los Ángeles fue reconocida como la sede chilena, que mejor expuso en el 3° Seminario de Negocio para Emprendedores de la UCAV.

¿Qué despertó tu interés por participar de la pasantía que ofrecía UST en la Universidad Católica de Ávila?

Principalmente, porque que el grado de Magíster obtenido tras la realización del MBA en la Universidad Santo Tomás, es reconocido en algunas de las universidades de la Unión Europea. Esto, en razón del convenio existente entre la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Santo Tomás con la Universidad Católica Ávila.

Además, Ávila es una ciudad histórica, que hace muy poco fue declarada por la UNESCO como una ciudad patrimonial, entonces desde el punto de vista académico y cultural, hubo varias cosas que la hacían interesante.

¿Cómo fue el nivel de Universidad Santo Tomás en el seminario que defendieron?

Fue una semana intensa de clases con profesores españoles, en el cual había que completar catorce horas lectivas para finalizar defendiendo, ante una comisión, un seminario de acuerdo a los temas tratados en las ponencias de la UCAV. Los temas fueron enfocados principalmente en cómo funciona la economía en la Unión Europea, análisis de la situación actual, la relación de intercambio comercial entre España y la Unión Europea, temas relacionados con el Brexit, cómo va a impactar positiva o negativamente en España o en el conglomerado europeo y, además, temas relacionados al área comercial, finalizando con dos visitas a empresas locales de Ávila.

De Los Ángeles asistimos dos, pero de Santo Tomás nacional, participaron catorce estudiantes. Para reconocimiento de la sede y el equipo docente del programa MBA sede Los Ángeles fuimos distinguidos por los profesores de la Universidad Católica de Ávila, como el mejor grupo en la ronda de presentaciones de seminarios.

¿Qué temáticas abordaron en la presentación?

El tema de la pasantía fue “Seminario de negocios para emprendedores”, y defendimos con un trabajo titulado “Relaciones comerciales entre Chile y España como parte de la globalización”, donde abordamos las relaciones comerciales entre ambos países, acuerdos y tratados comerciales vigentes. Asimismo, balanza comercial, oportunidades y desafíos para el futuro entre ambas naciones; todo esto en un contexto que expone cómo profundizar el intercambio comercial.

España es un país que está demandando productos y servicios que Chile provee, además de ser la puerta de entrada para el mercado europeo. Hay grandes oportunidades en este país, para ser capitalizadas por las empresas chilenas.

¿Esta experiencia, de qué te sirvió para tu desarrollo profesional?

La experiencia fue magnífica. Lo que te dejan las pasantías es que te permiten ampliar la visión de las cosas, así expandes tus redes de contactos y puedes medirte con profesionales de otras partes de Chile y del mundo. Del punto de vista de la formación personal, conocer la historia, cultura y formas de vida de los países que visitas es enriquecedor.

Valoro también la visión de los profesores españoles que nos hicieron clases, resaltando la importancia que tiene Chile a nivel latino americano y mundial, como socio estratégico comercial. Cuando menciono lo anterior no exagero, por ejemplo en mi área, la fruticultura, Chile es el principal exportador mundial de varias especies de fruta, posicionándose como un actor serio y relevante para el mercado mundial, no cualquier país puede decir con propiedad algo como esto.

Por último, las pasantías sirven para observar modelos de negocios y procesos que puedan ser replicadas en nuestro país, con el objetivo de aumentar rentabilidad o productividad.

Los conocimientos que adquiriste ¿de qué manera te ayudarán a mejorar tu desempeño profesional?

Actualmente estoy a cargo del área de producción de la zona centro sur de una empresa exportadora de fruta fresca y controlo todo lo que es contratos comerciales con los productores, programas comerciales de exportación, cumplimiento de embarques semanales para el mercado americano, europeo y chino. Como lo menciono, mi carrera está acercándose más hacia el área comercial que profundizándose en lo agronómico. El haber hecho el MBA de Santo Tomás y luego haberme perfeccionado con esta y otras pasantías, significa un crecimiento importante en lo profesional.

Lo anterior permite movilidad en la empresa en donde uno se desempeña, aumentar el valor como trabajador en el mercado laboral y adquirir mejores herramientas para emprender proyectos. La capacitación sin duda aumenta la productividad de los trabajadores.

¿Qué mensaje le darías a los jóvenes que aún no egresan, respecto de aprovechar las oportunidades de perfeccionamiento?

Lo más importante, y que siempre digo, es que hay tener pasión por lo que a uno le gusta; sino hay pasión… las cosas son planas en la vida, hay que esforzarse y no descansar. Mientras otros están durmiendo tu trabaja, estudia, perfecciónate. Es la única forma de que puedas cumplir tus objetivos y hacer lo que te gusta. Mi mensaje es aprovechar las herramientas que entrega la formación académica y capitalizar las oportunidades disponibles para crecer como persona y como profesional.

Ahora que finalizas con éxito este MBA y pasantía, ¿cuáles son tus nuevos desafíos?

Siempre voy por el lado empresarial, creo que es la forma que puedo aportar al país. La empresa, de cualquier tamaño, es la generadora de empleos y el motor de crecimiento/desarrollo social y económico para cualquier nación. Nuestra generación es la llamada a liderar empresas responsables en lo social, ambiental y laboral. Nuestra generación es la llamada a evitar las malas prácticas, a eficientar procesos y contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas. Los nuevos desafíos apuntan eso, a mejorar ineficiencias existentes en la industria frutícola en la que me desempeño y a generar nuevos proyectos productivos, que impacten positivamente sobre todo en la región.