Ricardo Verdugo, estudiante de Santo Tomás San Joaquín, obtuvo medalla de oro en Alemania

En Alemania, precisamente en la ciudad de Gross Gerau, se dio la Copa Europea de patinadores, instancia en la cual un chileno representó a su patria y a la comunidad Tomasina conquistando la medalla dorada en los 500 metros de competencia.

Ricardo, al igual que muchos deportistas, mantienen una carrera ligada a los estudios. En particular, el patinador chileno se prepara para ser un profesional en el área de Preparación Física del Centro de Formación Técnica Santo Tomás. Es más, él mismo resalta las facilidades que la institución le entrega para poder adaptar sus horarios como competidor profesional del Comité Olímpico a su versión como estudiante.

“La institución me ayuda a través de una beca de estudios, que postulé por el Comité Olímpico, también me ayudan con flexibilidad a la hora de rendir pruebas o trabajos y también se justifica mi inasistencia cuando me toca competir fuera de Chile”.

Ricardo, complementa su rutina de deportista de alto rendimiento con los estudios, manteniendo organizado su entrenamiento, frente a eso nos cuenta que “normalmente, realizo patinaje de lunes a viernes; las pesas se hacen los lunes, miércoles y viernes. Y, finalmente, complementamos con bicicleta de ruta los jueves y sábado”.

Gracias a su esfuerzo por entrenar constantemente pudo obtener un logro internacional en Alemania, el que enfatiza como una consecuencia emocionante de todo el sacrificio realizado. “La verdad fue emocionante, fue por fin el resultado de tantos sacrificios. siempre me mantuve calmo, jamás me sentí un super estrella ya que no considero que sea así, a pesar de mi larga carrera en este deporte”.

Sin embargo, hay otro logro que el estudiante de Santo Tomás guarda como una gran victoria, luego de una importante derrota.

“En el año 2020 sufrí un accidente automovilístico donde tuve múltiples fracturas en mi pie derecho; tuvieron que ponerme un perno de titanio, unas guías de acero quirúrgico y muchos puntos. El diagnóstico era que no podía competir en alto nivel. Sufrí mucho con el dolor, pero al final, con poco tiempo de preparación para el Mundial de 2021, logré dos bronces”.

Sin duda alguna, esta noticia lo llena de orgullo por la gran superación personal y deportiva, tras el grave accidente. Tal como explicó Ricardo, la fuerza de voluntad, la dedicación y el amor al deporte (que viene desde sus abuelos) hicieron que volviera mejor que nunca a competir.