Nicole Sáez, estudiante de Servicio Social: “Yo vengo de las mismas realidades de las personas con las que ahora trabajo”

Nicole Sáez es parte de las estudiantes de Santo Tomás Viña del Mar que realizan su práctica en “Ciudades Amigables con las Personas Mayores”, de Valparaíso. Una iniciativa que dice disfrutar ya que la está viendo crecer desde sus orígenes y que además le permite trabajar en la comunidad, algo que para ella es la esencia de su carrera, Servicio Social.

“Ha sido una experiencia exquisita, porque es un proyecto que recién está partiendo, entonces todos estamos comenzando a vivir y conocer el proceso, no solo yo como estudiante, sino que todos acá en general. Uno no sabe a lo que va, in situ va recolectando la información que se necesita respecto al diagnóstico participativo”, dice sobre la labor que le ha tocado desarrollar como parte de su práctica.

Trabajar con personas mayores es algo que motiva a la estudiante de segundo año de Servicio Social. “Es muy bonito porque al conocer la realidad de cada uno de ellos, te das cuenta que se necesita mucho el apoyo de ‘Ciudad Amigable’, de Senama, de Valparaíso, de todas las personas en general”, sostiene.

 Un cambio radical en la vida

Nicole estudió Técnico en Trabajo Social en Santo Tomás Viña del Mar y luego continuó con Servicio Social, por lo que ya lleva casi cuatro años ligada al Instituto Profesional. “Entré con cero conocimientos, no sabía nada de la carrera, pero ha sido una gran experiencia. Siento que lo más importante es darte cuenta cómo uno cambia como persona, cambian tus expectativas en la vida, es impresionante. Yo siento que he cambiado en 180 grados desde que entré a la carrera. La verdad, yo nunca pensé que iba a llegar a ser trabajadora social, porque yo vengo de esas mismas realidades de las personas con las que ahora trabajo”.

“En Santo Tomás no he tenido problemas, sólo algunas dificultades por el tema de los pagos, pero todo bien. Ya he hecho varias prácticas, incluso en pandemia dieron la opción de hacerlas por teletrabajo, pero a mí me encanta estar con las personas, eso es lo mío, la comunidad. Me tiene contenta esta práctica porque el técnico en Trabajo Social necesita el terreno, ver las realidades in situ para trabajar con las personas y ayudarlas en lo que más se pueda”, explica.

Para finalizar, comenta que en su profesión “uno sabe que quizás no va a cambiar mucho, que no podrá cambiar las políticas públicas, pero hay cosas pequeñas que sí se pueden cambiar. Por ejemplo, sólo siendo empáticos las personas se dan cuenta que queremos ayudar y nos ven de otra forma a nosotros y a todos los profesionales que están alrededor de ellos”.