CARRERA DE GASTRONOMÍA INTERNACIONAL Y TRADICIONAL CHILENA

Estudiantes de Gastronomía de Santo Tomás Los Ángeles obtienen primer lugar en XVII versión de Chef Sur 2017

En la categoría instituciones de Educación Superior, Santo Tomás Los Ángeles se midió con otras 16 parejas de diferentes instituciones de Ed. Superior del país.

Camila Orellana Duhalde y Felipe Benítez Jara, ambos estudiantes del IV semestre de la carrera de Gastronomía Internacional y Tradicional Chilena del Centro de Formación Técnica (CFT) Santo Tomás Los Ángeles fueron quienes obtuvieron el primer lugar del torneo Chef Sur 2017. Un evento gastronómico organizado por INACAP Concepción- Talcahuano, que este año contó con una serie de actividades; entre clases magistrales, exhibiciones, degustaciones, la exposición de destacados chefs de orden nacional e internacional e intensas competencias que evaluaban la capacidad de los participantes en cuanto a la organización del trabajo y herramientas disponibles para la elaboración de un menú final de calidad.

Categoría Educación Superior

Entre las categorías en concurso figuraron Educación Superior, sedes INACAP, colegios técnicos, colegios técnicos bar sur, educación superior bar sur, internacional y profesionales.

Así particularmente, la dupla ganadora de la categoría Educación Superior, debió cocinar y presentar una preparación que considerara jurel, como ítem obligatorio. De esta manera, elaboraron un entrante que consistió en un Tartar de jurel, mientras que el plato principal fue un lomo de cerdo con puré de manzana verde y murta decorado con salsa de naranja, digüeñes salteados y un coulis de betarraga. Por su parte, el postre se trató de un mousse de chocolate con frambuesa, acompañado de un sorbete de papaya, sobre una tierra de avellana con frutillas en té y una salsa de berries. Todos, ingredientes y productos proporcionados por Inacap y Santo Tomás.

La competencia se llevó a cabo en turnos, con dos horas de producción para cada equipo y veinte minutos adicionales, para el servicio y montaje. En esta línea, si bien el jurado no entregó la retroalimentación pertinente del porqué del plato ganador, es destacable que los tomasinos demostraron en todo momento un importante trabajo en equipo, lo que les permitió desarrollar con éxito cada etapa del trabajo de cocina; sobre todo al final de la competencia, donde la dupla dejó entrever una preparación armónica entre los sabores y colores.

Lo anterior, porque no hubo color, ni sabor que se repitiera, resultando una minuta organizada, que iniciaba con un plato ácido, continuaba con una preparación agridulce y finalizaba con una alternativa aromatizada.

Mariela Lagos, Jefa de carrera de Gastronomía Internacional y Tradicional Chilena del CFT Santo Tomás Los Ángeles comentó que el triunfo de los jóvenes, es un aliciente para que las nuevas generaciones de estudiantes se motiven a participar en este tipo de eventos nacionales.

 «Es primera vez que nuestros estudiantes participan en una instancia de esta envergadura y por supuesto estamos felices. Camila y Felipe son estudiantes destacados en todo sentido, son un siete. Gracias a su participación y obtención del primer lugar, sentimos que en realidad estamos haciendo las cosas bien y que nuestros estudiantes son capaces de muchos éxitos profesionales, entonces queda la motivación para continuar participando en próximos torneos», finalizó.

 Camila Orellana y Felipe Benítez, alumnos de Gastronomía de Santo Tomás Los Ángeles

El plato favorito de Felipe son las humitas preparadas por su madre, mientras que para Camila es cualquier plato dulce con salado. Si bien son diferentes en gustos y estilos, hicieron una excelente dupla en el torneo, al cual fueron invitados por su calidad de alumnos destacados.

Ella había estudiado enfermería, mientras que él psicología, pero la vida les permitió luchar por sus sueños y estudiar la carrera de sus vidas; una disciplina que según comentaron requiere vocación, creatividad e imaginación para reinventar la cocina.

Actualmente cursan el último semestre teórico, faltando muy poco para la práctica profesional, la que aseguran realizarán con una nueva visión de vida, con una mayor disposición hacia el aprendizaje y los desafíos.

¿Alguna vez se imaginaron estar en un torneo?

Siempre lo pensamos, pero nunca habíamos tomado en serio la idea de participar. De hecho, cuando veníamos en el auto veníamos pensando ¿te imaginas ganar el primer lugar? Era como inalcanzable.

Si bien lo de ustedes no fue suerte de principiante ¿recibieron alguna orientación especial de parte de sus profesores?

Tuvimos profesores que nos ayudaron a elaborar y a reestructurar nuestro plato. Lo otro que nos ayudó fue la utilización de técnicas, el ensayar lo suficiente y la confianza que ambos tenemos al cocinar.

¿Cuántas horas dedicaron a ensayar?

Prácticamente una semana dedicados al ensayo de la preparación y reestructuración. Hubo días que cuando veníamos a practicar a Santo Tomás estaban en clases los chicos de primer año, entonces los profesores de ellos nos orientaban. Nunca nos cerramos a no escuchar opiniones.

¿Tuvieron alguna dificultad en el concurso?

Con los insumos, porque no eran los mismos que utilizamos en el ensayo, pero supimos salir del paso.

En general ¿Cómo vivieron la competencia?

El ambiente fue grato de mucha cordialidad entre los participantes. En general fue una competencia muy emocionante.

En función de los comentarios que hubo, teníamos la sospecha de que podríamos estar dentro de los primeros, pero cuando te lo dicen, te supera. Estábamos con lágrimas en el escenario, porque, además, a medida que transcurría el concurso nos fuimos enterando de la importancia que tenía Chef Sur para nuestra casa de estudios. El hecho de concursar por primera vez, estar rodeados de Chef importantes y además ganar, todo eso implicó muchas emociones. Fue maravilloso.

¿Se llevaron bien en la cocina?

Los dos somos obstinados, pero también somos optimistas, alegres, tolerantes, 100% respetuosos por el otro y sabemos sobreponernos. En la preparación misma, cada uno tenía definido qué tenía que hacer, sin embargo, nos ayudábamos.

En la instancia evaluaban el trabajo en equipo, sin embargo, igual vimos a otras parejas retándose y cocinando tensos. Nosotros estábamos concentrados, pero con mucho ánimo y alegres.

Siempre estuvimos confiados en lo que habíamos practicado y nos dimos por enteros a la labor. Lo disfrutamos a concho, de hecho, estábamos muertos de la risa en los fogones donde fue el concurso. Cuando terminamos de servir los platos, los Comisarios o Chef encargados de vigilarnos en la producción, nos felicitaran por la higiene y después de la premiación, la Coordinadora nos felicitó porque éramos una pareja humilde para trabajar.

¿Qué significó este reconocimiento para ustedes, como estudiantes?

Como estudiantes creo que fue una excelente oportunidad de retroalimentación, porque pudimos ver el otro lado de la cocina y observar, por ejemplo, la reacción del cliente al degustar nuestras preparaciones.

El hecho de haber visto las expresiones de su rostro, no encontrando las palabras que describieran lo que experimentó con nuestro menú, fue el mayor reconocimiento que podíamos tener. Se nota cuando las cosas se hacen con amor y esta vez cocinamos con el corazón. Nos sentimos validados como buenos cocineros, concretando con éxito una meta personal, aun cuando esta es una carrera que nunca termina.

¿Qué les ha parecido el trabajo que ha realizado Santo Tomas con sus estudiantes?

Nuestros profesores se esmeran para entregar una cocina de calidad, por lo tanto, la superación está en la motivación de cada alumno, porque las herramientas están y los conocimientos se imparten. Todos los profesores nos motivan, todos ponen mucho hincapié en la superación.