Alumnos de UST, IP y CFT se unen para colaborar en las Olimpiadas Especiales de Atletismo Adeadi en Valparaíso

Como todos los años, Santo Tomás Viña del Mar acudió a colaborar en las Olimpiadas Especiales de Atletismo que organiza Adeadi, Agrupación Deportiva Escolar de Atención a la Diversidad. Pero la cita este año en el estadio Elías Figuera de Valparaíso fue especial, ya que estuvieron representadas las tres instituciones de la sede: la Universidad por intermedio de la carrera de Educación Diferencial, el Instituto Profesional con la carrera de Psicopedagogía, y el Centro de Formación Técnica con las carreras de Técnico en Educación Especial y Preparador Físico.

Verónica Herrera, directora del Área Educación de IP-CFT Santo Tomás Viña del Mar, explicó porqué se incorporó Psicopedagogía, carrera que por primer año se dicta en la sede de la Ciudad Jardín. “Si bien ellos no van a trabajar en escuelas especiales, sí van a trabajar en intervención con niños que pertenecen a escuelas especiales, así que para ellos es muy importante esta experiencia”, indicó, resaltando que casi la totalidad de los alumnos participaron en esta actividad.

Junto a Psicopedagogía, otra carrera que por primera vez se sumó a las Olimpiadas Especiales fue Preparador Físico. La jefa de carrera, María Antonieta Acevedo, señaló que “estamos muy contentos porque es una gran experiencia para mis alumnos, que nunca habían vivido un campeonato de este tipo. Están participando como jueces de llegada y cronometristas en todas las competencias. Y si bien los reglamentos son los mismos, acá aprenden otro tipo de habilidades, quizás tienen que ser más pacientes con los niños o explicar mejor las cosas. Además, es un campo laboral que se está abriendo, de hecho, la nueva malla incorpora al deporte adaptado”.

Alumnos como monitores de Olimpiadas Especiales

Además de la labor de jueces realizada por los estudiantes de Preparador Físico, los alumnos de Educación Diferencial, Psicopedagogía y Técnico en Educación Especial tuvieron que cumplir el rol de monitores y guías de los niños, acompañándolos antes, durante y después de las competencias. Una tarea que asumieron con agrado, a pesar del implacable sol que caracterizó a la jornada.

Constanza Contreras, de tercer año de Educación Diferencial, contó que “la experiencia es maravillosa, es demasiado lindo trabajar con niños con necesidades educativas especiales. Creo que estas Olimpiadas te entregan un montón de experiencias nuevas a través de las cuales tú vas aprendiendo cómo tratarlos. Son niños que conoces en el momento y tienes que saber adaptarte a sus conductas, eso nos sirve para nuestra carrera”.

En su caso particular, le correspondió acompañar a un niño en silla de ruedas que ganó su competencia. “Fue complicado porque era un chico muy independiente, entonces me costó establecer una relación con él, se mandaba solo, pero ya cuando fue el momento de la carrera y ganó, las cosas mejoraron. Además, ver cómo lo felicitaba su familia fue muy emocionante”, dijo.