Estudiantes de Terapia Ocupacional UST Viña del Mar participaron en proyecto colaborativo en el Hogar Protegido de Quillota

Beneficiarios destacaron la interacción con los estudiantes de Universidad Santo Tomás Viña del Mar.

La carrera de Terapia Ocupacional de la Universidad Santo Tomás Viña del Mar desarrolló una significativa actividad comunitaria en el marco de la asignatura “Diagnóstico e Intervención en la Comunidad”, junto a estudiantes de tercer año y residentes del Hogar Protegido perteneciente al Hospital Biprovincial Quillota–Petorca.

La jornada tuvo como propósito fomentar la participación social, fortalecer la identidad comunitaria y promover el uso significativo de espacios dentro y fuera del hogar, mediante actividades colaborativas guiadas por estudiantes, docentes y profesionales del dispositivo de salud.

El profesor a cargo de la asignatura, Óscar Fuentes, destacó el valor formativo de esta instancia: “El trabajo comunitario es esencial en la formación de los futuros terapeutas ocupacionales. Permite que los estudiantes comprendan el territorio, trabajen desde la realidad de las personas y desarrollen intervenciones con un profundo sentido ético y social. Esta colaboración con el Hogar Protegido demuestra cómo la universidad puede aportar, aprender y construir comunidad al mismo tiempo”.

Por su parte, la encargada del Hogar Protegido, Paulina Torres, valoró el vínculo generado con la UST: “Para nosotros ha sido una experiencia tremendamente positiva. La presencia de los estudiantes ha potenciado la participación de nuestros usuarios, fortaleciendo su autonomía y sus relaciones sociales. Este tipo de alianzas enriquece nuestro trabajo y reafirma la importancia del vínculo con la universidad para mejorar la calidad de vida de las personas que atendemos”.

Los estudiantes destacaron el aprendizaje obtenido durante la intervención y aseguraron que les permitió entender la participación social no es solo teoría, sino una construcción diaria que se vive con las personas y sus historias. “Fue una experiencia que nos enseñó a mirar el entorno desde la ocupación y a trabajar con respeto y sentido”.

Por su parte, los usuarios del Hogar Protegido expresaron su satisfacción con la actividad: “Me gustó compartir y sentir que somos parte de algo bonito”, comentó uno de los participantes.
Otra usuaria destacó: “Lo pasé bien, me sentí acompañada y me gustó hacer cosas nuevas con los jóvenes”.

La actividad se enmarca en el compromiso de la UST con la vinculación territorial y el desarrollo de prácticas formativas con sentido comunitario, que permiten articular procesos educativos con iniciativas reales de inclusión, participación y bienestar social.