Fernando Vidal: “Cazar pumas produce un desequilibrio en el ecosistema”

El investigador de la UST Temuco, que recientemente lanzó el libro “Puma Araucano. Vida en una dimensión paralela”, se refiere a la frágil presencia del felino en nuestro país.

Fernando Vidal, formó en 1999 el Centro de Conservación y Manejo de Vida Silvestre “Fauna Andina”, fecha desde la cual trabaja en proyectos de conservación de especies nativas amenazadas, entre ellas, el puma. Además, se desempeña como docente investigador en la Universidad Santo Tomás Temuco, en Conservación y Manejo de Vida Silvestre.

Fernando Vidal / Fauna Andina

Si bien ha desarrollado un importante aporte a través de la generación de conocimiento y técnicas de manejo para la conservación de múltiples especies, ha destacado su trabajo con este mamífero que se distribuye en el cono sur de América, cuyo nombre científico es Puma Concolor y que en La Araucanía está presente con la subespecie P. Concolor Puma.

El puma es el carnívoro terrestre de mayor tamaño en Chile. Como especie está protegida dada su clasificación de vulnerable o en peligro y desde inicios de 1980, por el Decreto 354 del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), está prohibida su captura, caza y comercialización, a pesar de lo cual -lamentablemente- es cazado ilegalmente.

Vidal ha plasmado la experiencia de años de trabajo en un libro digital denominado “Puma Araucano. Vida en una dimensión paralela” (descargar aquí), el cual da cuenta de la dramática situación que vive el felino que “en forma silente comparte su territorio con el ser humano en La Araucanía”, consigna el texto.

Ley de Caza: «El puma es una especie prohibida»

Recientemente causó conmoción en los medios de comunicación la exposición de crudas fotografías que mostraban la caza por parte de un ciudadano argentino de un ejemplar de puma en Chile Chico, Región de Aysén. Las redes sociales fueron la plataforma en la cual se colgaron las imágenes con la leyenda “Cazando pumas por la cordillera de Chile Chico”, lo que dejó en evidencia que la Ley de Caza -que protege al puma y otros animales nativos-está lejos de ser cumplida.

Sobre este tema consultamos: ¿A qué se refiere que un animal, específicamente el puma, se encuentre protegido por la Ley de Caza?

En el marco de la Ley de Caza, el puma es una especie «prohibida». Está estrictamente prohibido su caza, captura, transporte y tenencia de la especie o de pieles, garras, cráneos, entre otros.

Según su experiencia, ¿es recurrente la caza de pumas en Chile?

La caza, captura, envenenamiento de pumas en nuestro país es más común de lo que uno cree, aun cuando constituye un delito.

La investigación que efectuamos en conjunto entre la Universidad Santo Tomás Temuco y Fauna Andina dejó de manifiesto que ningún animal bajo monitoreo vivió más de 16 meses de seguimiento. La población de pumas mostró tener un promedio de 36 meses de edad, aun cuando un puma puede vivir hasta 10 años.

Siendo esta situación tan dramática, ¿por qué cree que siguen ocurriendo estos hechos?

Chile es un país en donde falta conciencia sobre la importancia de conservar y cuidar las especies y ecosistemas. Como sociedad estamos al debe en esta área que va en directo beneficio del ser humano.

¿Cuántos pumas existen en la actualidad?

Esta pregunta tan básica no tiene respuesta aun, lo que es un indicador del poco interés que esta temática tiene en nuestra sociedad. Para La Araucanía el proyecto “Puma Araucano” estimó un número de animales que va entre 80 a 100 ejemplares… pero esto es solo una estimación. Estos se distribuyen, dependiendo de la cantidad de disponibilidad de alimentos, en territorios de entre 30 a 200 kilómetros cuadrados.

¿Cuál es la labor que cumple el puma en la fauna?

Su labor principal es mantener el equilibrio del ecosistema, controlando a especies dañinas e invasoras como el jabalí, ciervo y lagomorfos. Además de seleccionar múltiples especies, predando animales enfermos, con pocas habilidades o defectuosos.

Si no está el puma se reproducen los animales enfermos o los que tienen fallas genéticas, por ejemplo, por lo que el puma al eliminar a los menos aptos fortalece los ecosistemas dejando lo mejor de lo mejor, mejorando la calidad de las poblaciones.

¿Qué daño ecológico o medio ambiental se genera al realizar la caza indiscriminada del puma?

Al cazar pumas se produce un desequilibrio, ya que el «moderador» del ecosistema queda ausente. Si el animal cazado es un macho adulto, el daño es aún más profundo, ya que los machos son quienes regulan incluso el número total de pumas en su territorio. Al morir un macho adulto, el ingreso de un ejemplar juvenil es muy posible, siendo estos lo que revisten mayor riesgo para las actividades ganaderas.

¿Qué acciones se deben tomar para crear conciencia para la “no caza” de este animal o animales protegidos?

La mayor herramienta de conservación es la «educación ambiental», no se puede proteger algo que se desconoce. En Chile, la sociedad desconoce gran parte de las especies presentes es nuestra fauna, entonces, se debería educar desde la niñez, para así lograr crear una conciencia temprana de la importancia que tiene esta para el medioambiente.

¿Es peligroso el puma para las personas y el ganado?

Hay mucho de mito en cómo se percibe el puma, la gente les tiene miedo.  ¿Cuántos muertos hay en Chile por pumas? Probablemente nunca has escuchado un caso. ¿Cuántas veces perros han matado a sus propios dueños? Lo hemos oído en varias ocasiones, pero no le tenemos miedo a los perros. Este temor al puma viene de un miedo ancestral que está presente en el subconsciente de la gente, “el león” como lo llaman en el campo.

Respecto del ganado y tras varios años de trabajo hemos determinado que 1 de cada 10 ataques que se les atribuyen a los pumas es de su responsabilidad, 93% -para ser exactos- son provocados por perros, muchas veces los de los mismos ganaderos.

¿Qué recomendaciones se le podría dar a la gente del campo que se siente amenazada por la presencia del puma?

Si ven al puma no deben asustarse, no hay que hacer nada. Los pumas se acercan a la gente debido a su curiosidad, la cual no reviste ningún riesgo para el humano.

Deben conocer sus características. Por ejemplo, los pumas son animales solitarios, luego de aparearse, el macho se retira y las hembras vive con sus crías hasta el segundo año. Las hembras tienen hasta 5 cachorros, pero acá en La Araucanía tienen 2 habitualmente. Cuando la madre expulsa a las crías estas se mantienen juntas por un período hasta que por selección natural se separan y el cachorro más débil muere. La vida de los pumas es muy dura, si no cazas, no comes, y cazar no es fácil.

Se debe evitar matarlos. Como dijimos la población es de aproximadamente 80 pumas, lo que no es mucho; pero hay una cosa que es más peligrosa que la cantidad de pumas y que se asocia a la conformación de la pirámide poblacional. No he visto pumas de más de 6 años en la región y para que la población sea sana se debiese contar con animales más longevos. Hoy día la pirámide está descabezada.

Esta población eminentemente juvenil puede provocar un aumento de ataques al ganado. Los pumas adultos son los mejores amigos del ganadero porque desplazan a esta población más inexperta y cumplen con su rol natural sin necesidad de matar ganado. Por eso es que la recomendación para evitar los ataques de pumas -en caso de que sucedan- es justamente protegerlos para que lleguen a su edad adulta.

Otra creencia muy arraigada respecto del puma es que este no come carne que no sea fresca, lo que es falso, pues si tienen hambre y encuentran carroña se la van a comer porque es un recurso que está disponible y el hambre manda. Ahí es donde la gente los envenena, sin saber que están envenenando a un puma.

Como los ataques al ganado son principalmente de perros es que la recomendación es resguardar a los animales durante la noche y en caso de faenar por ningún motivo entregarles los restos a estos animales pues se induce a que estos, en caso de hambre, ataquen al ganado. Si pese a lo anterior se presuma de que el puma es responsable de los ataques, se debe avisar al Servicio Agrícola Ganadero para determinar fehacientemente que esto así sea y tomar las medidas que recomiende la autoridad.

¿Cuál fue el objetivo que buscó a la hora de elaborar el libro sobre el Puma Araucano?

La materialización del trabajo no surgió con el objetivo de realizar una investigación minuciosa sobre el animal, sino tras un largo proceso de acercamiento y maduración de eventos reales y prácticos, que me impulsaron a condensar el conocimiento recopilado a lo largo de los años en un documento que, más allá de sus potenciales aportes científicos, sirva para comunicar un hecho preocupante del cual debemos hacernos cargo como sociedad.

Por último, ¿por qué el libro se denominó “Vida en una dimensión paralela”?

Porque el puma araucano está literalmente en el patio de nuestras casas y no los vemos. Coexisten con la gente, están más cerca de lo que se cree.

El pueblo mapuche, percepción y cosmovisión del puma

La estudiante de la carrera de Medicina Veterinaria de la UST Temuco, Escarlet Curihuentru, participó en la elaboración del libro elaborado por Fernando Vidal. La joven mapuche aportó desde la cosmovisión de su pueblo y la tradición, una mirada acerca del puma o pangi, en mapudungún.

En su intervención en el texto se refirió al Pangi o Trapial (puma viejo) y el Pangkull (puma joven) el cual es admirado por los mapuches “por su carácter sigiloso y fornido, por representar valentía y sagacidad, por destacar presencia”, explica el texto.

Curihuentru se refiere ampliamente a la tradición y a la relación entre el puma y el mapuche:

“La leyenda que cuenta sobre el origen de la fuerza y astucia mapuche proviene de una leyenda que involucra a un puma y a un zorro hembra. Antiguamente los mapuches cazaban al puma y se alimentaban de él con la finalidad de adquirir las características antes mencionadas. Creían que comiendo de su carne obtendrían lo que caracterizaba al animal.

Siempre, hasta el día de hoy, el mapuche le tiene deferencia y respeta el espacio geográfico de este animal. Cuando se habla de espacio geográfico también se refiere a que los mapuches comparten no tan solo el espacio superficial, sino que también los alimentos.

Si un mapuche vive dentro de un territorio en donde hay Pangi, y el mapuche se dedica a la crianza de ganadería para consumo personal, estos asumen que en algún momento tendrán que compartir parte de su crianza con algún Pangi”.