Dra. Daniela Haro se adjudica Fondecyt Postdoctorado para estudiar la alimentación de mamíferos marinos en el Estrecho de Magallanes

En el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia conversamos con la investigadora del Centro Bahía Lomas UST sobre su proyecto recientemente adjudicado y la participación de mujeres en la comunidad científica. “Las mujeres nos atrevemos a participar y hacer cosas que antes no hacíamos”, señala.

Oriunda de Punta Arenas, Daniela Haro es Bióloga Marina de la Universidad Austral de Chile, Magister en Ciencias de la Universidad de Magallanes y Doctora en Ciencias de la Universidad de Chile. Actualmente se desempeña como investigadora del Centro Bahía Lomas de la Universidad Santo Tomás, y es profesora colaboradora del Programa de Doctorado en Conservación y Gestión de la Biodiversidad UST. Recientemente se adjudicó un Fondecyt Postdoctorado para realizar el proyecto de investigación “Impacto trófico de los mamíferos marinos en el estrecho de Magallanes: análisis del efecto de las interacciones tróficas, productividad primaria y pesquerías”, proyecto que durará tres años. Conversamos con ella sobre su investigación, sobre el proceso de postulación a Fondecyt, la proyección de su estudio y sobre la participación de las mujeres en ciencia.

Su interés por el estudio del impacto trófico de los mamíferos marinos en el estrecho de Magallanes surgió, entre otras cosas, por el gusto que desde niña ha tenido por las ballenas, así como por la falta de información relativa a la dieta de cetáceos y de sus interacciones tróficas en la zona.

“En la costa chilena hay zonas de gran productividad donde se alimentan distintas especies de mamíferos marinos. Sin embargo, hay poca información de la dieta de estos animales y de sus interacciones tróficas. Si queremos proteger a estas especies, es necesario generar información sobre su alimentación, sus principales presas y cuál es el rol (impacto) que cumplen en nuestros ecosistemas”, nos cuenta.

Su investigación en el área viene desde hace años. Como antecedente, en 2011 inició un estudio de la dieta de la ballena jorobada en el estrecho de Magallanes utilizando isótopos estables de nitrógeno y carbono. Este nuevo proyecto le permitirá continuar con aquel estudio e incluir otras especies de mamíferos marinos.

Apoyo UST

La Dra. Daniela Haro ya tenía experiencia en la postulación a fondos para investigación; había participado en proyectos de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) y había accedido a la Beca Magister y la Beca Doctorado para realizar sus estudios de postgrado, por lo que contaba con algo de experiencia para la postulación al Fondecyt Postgrado. Además, recibió el apoyo de sus colegas de la UST y del Centro Bahía Lomas.

“En la Universidad Santo Tomás tuve el apoyo y la ayuda del Dr. Fabio Labra, quien será Investigador Patrocinante de este proyecto, y el apoyo de Dra. Carmen Espoz, Decana de la Facultad de Ciencias y Directora del Centro Bahía Lomas, donde trabajo. Además, para los trámites administrativos tuve la ayuda de Andrea Leisewitz y Mónica González de la Dirección General de Investigación Aplicada e Innovación”, relata.

En cuanto al desarrollo de la investigación, la Dra. Haro tiene un cronograma de trabajo que durará tres años y que incluye salidas a terreno y trabajo en laboratorio. “A través de un software se construirá un modelo de la red alimentaria (trófica) del estrecho de Magallanes. Para esto es necesario conocer la alimentación de distintas especies, por tanto, durante el proyecto se analizarán muestras colectadas y se realizarán algunas salidas a terreno para colectar nuevas muestras, como fecas de lobos marinos, peces, zooplancton”. También trabajarán con los cetáceos que varen en las playas del estrecho, pues permiten analizar el estómago y obtener muestras de tejidos.

“Parte del trabajo de laboratorio será el análisis de fecas, contenido estomacal y análisis de isótopos estables, además del trabajo de gabinete para determinar el impacto que generan las fluctuaciones en la productividad primaria y el impacto causado por las pesquerías demersales sobre las poblaciones de mamíferos marinos en el área de estudio”.

“Me inspiró el trabajo de otras mujeres, como Marie Curie”

El 11 de febrero es el Día Internacional de la Mujer y la Niña en Ciencia, por lo que aprovechamos de hablar con la Dra. Haro sobre su experiencia como estudiante de carreras científicas y como investigadora.

“Siempre me han gustado las ballenas, desde niña que quería estudiarlas, quería embarcarme y participar de alguna investigación. Esa ha sido mi gran motivación”, nos cuenta al preguntarle por su primer interés en la ciencia. Y luego, más grande, durante su formación como estudiante aparecieron las figuras inspiradoras, otras mujeres científicas, antecesoras que vivieron y desarrollaron su interés científico en un mundo aún menos abierto a las mujeres.

“Me inspiró el trabajo de otras mujeres, como Marie Curie, química y científica que hace más de 100 años, rodeada de puros hombres, estudiaba átomos, isótopos y radiactividad, y Jane Goodall y su pasión por los chimpancés, quien ha realizado un enorme aporte en conservación, además de ser mensajera de la paz”.

En su experiencia académica y como investigadora, la Dra. Daniela Haro comenta que no ha sentido discriminación por ser mujer, “sin embargo, todavía hay más hombres que mujeres, sobretodo en las salidas a terreno. Muchas veces me tocó embarcarme con puros hombres o participar de actividades que frecuentemente son realizadas por hombres”, comenta. “Pienso que ahora esto está cambiando, las mujeres nos atrevemos a participar y hacer cosas que antes no hacíamos”, agrega.

Hoy existen varias políticas e iniciativas para acortar la brecha entre hombres y mujeres en ciencia e investigaciones, como la Política de equidad de género 2017-2025 de Conicyt. En este contexto, le preguntamos a la Dra. Haro cómo cree que se viene el panorama científico para las mujeres, si ve algún avance o evidencia algún cambio importante en la academia.

“Pienso que ha habido un avance y que actualmente cada vez hay más mujeres en el área de las Ciencias. Por ejemplo, en el proyecto Fondecyt Regular, donde postulan investigadores con mayor experiencia, hay muchas más postulaciones de hombres que de mujeres, en cambio, en Fondecyt de Postdoctorado o de Iniciación, donde postulan investigadores jóvenes, esa diferencia es menor, aunque todavía es mayor el número de proyectos presentados por hombres”, responde.

En los desafíos que se vienen, sin embargo, cree fundamental considerar la maternidad al momento de evaluar la “productividad científica” de una mujer con hijos/as. “Hay que considerar que no solo es la etapa de embarazo y postparto, después de eso una regresa a trabajar, sin embargo, son varios años en que una mujer posiblemente no podrá realizar un embarque de varios días o ir con tanta frecuencia a terreno a colectar muestras”. Su experiencia personal conciliando la maternidad con la investigación, sin embargo, ha sido muy positiva: “En el Centro Bahía Lomas esto es algo que me tiene muy contenta, somos mujeres que vamos a terreno con los/as hijos/as. Los/as niños/as, su atención y cuidado, son parte de nuestro trabajo y nadie se cuestiona por eso”, agrega.