Urgencias: un nuevo rubro para egresados TEPAR

Urgencias es un lugar adrenalínico, lleno de emociones, donde el tiempo es el mejor recurso y el peor enemigo. Al menos eso hemos aprendido de las series médicas de ficción, donde doctores y enfermeras luchan día a día para mantener a sus pacientes con vida.

Efectivamente, urgencias es un lugar adrenalínico, donde cada minuto cuenta, pero al conversar con quienes trabajan ahí, te das cuenta de que urgencias es más que eso: Es un lugar para aprender, para poner en práctica y, de un tiempo a la fecha, es también un nuevo rubro para los egresados de Técnico en Enfermería y Procedimientos de Apoyo a la Rehabilitación, TEPAR.

Si bien, la carrera tiene una fuerte orientación al apoyo de pacientes que necesitan rehabilitación física o psicológica, los alumnos de TEPAR desarrollan diversas habilidades y técnicas propias de un técnico en enfermería, que les permiten desenvolverse en más de un área.

“En el primer año de la carrera la malla curricular es la misma de un Técnico en Enfermería de nivel superior. Es a partir del tercer semestre que los alumnos comienzan a especializarse en rehabilitación, en principios de biomecánica, en salud mental, terapia deportiva y recreativa, entre otros”, explica la jefe de carrera María Fernanda Pizarro.

“En el Centro Asistencial de Ñuñoa, en la atención de urgencias, contamos con 2 médicos, una enfermera y 3 técnicos. Esos técnicos hoy también son TEPAR”, agrega Pizarro.

El rol de un TEPAR en Urgencias

“Es algo nuevo –afirma Rayen Urrea, quien egresó de TEPAR en 2015- Yo hice cuidados domiciliarios y trabajé en un convento de monjitas postradas, entonces cuando me encontré con urgencias, dije ¿por qué no?, son experiencias nuevas que una debe aprender y acá se aprende mucho”.

“Es cierto, se aprende mucho –confirma Isabel Silva, egresada TEPAR en 2016- Es bueno acostumbrarse a trabajar bajo presión, además, siempre estamos haciendo algo nuevo, siempre hay algo que aprender y no es tan rutinario como otros trabajos”.

Isabel Silva, egresada de TEPAR, ordena fichas de pacientes durante su turno en el centro asistencial de ñuñoa.

La egresada TEPAR Isabel Silva.

¿Qué funciones realizan las egresadas de TEPAR en una unidad de urgencias?

“Tenemos turnos rotativos, hacemos SOME (Servicio de Orientación Médico Estadístico) y vemos la recepción del paciente, hacemos Triage con control de signos vitales, donde se categoriza el ingreso de los pacientes, y hacemos atención en box dama-varón, donde se atiende al paciente de acuerdo a las indicaciones del médico”, explica Rayén.

“En urgencias se ve de todo –cuenta Isabel- llega gente porque le duele un dedo y no tiene nada y llega gente con heridas de bala. En ese sentido, creo que hay habilidades nuestras, como TEPAR, que nos sirven para trabajar… Algunos pacientes vienen dos o tres veces al día, sin ninguna enfermedad, y saber manejarlo es bueno”

“Exacto –afirma Rayén- porque la gente dice ‘de nuevo viene esta señora, no la atendamos’, en cambio una sabe llevar a los pacientes y les damos la atención que requieren”.

En este sentido, los conocimientos adquiridos en rehabilitación mental les han servido para aprender a tratar pacientes en estado de crisis, facilitando su atención y posterior derivación, cuando ha sido necesario.

Los conocimientos biomecánicos, de psicología y de rehabilitación física también son aprovechados en la sala de urgencias, en especial cuando se trata de traslado de pacientes.

“Al paciente siempre hay que moverlo, si llega grave hay que pasarlo al reanimador y saber cómo instalarlo. Cuando llegan pacientes con diversos grados de discapacidad o dependencia los TEPAR saben cómo atenderlos, ya que aprendieron hacerlo y les permite desenvolverse de manera fluida, amena”, apunta María Fernanda Pizarro.

Rayen Urrea se lava las manos durante su turno en el centro asistencial de Ñuñoa.

La egresada TEPAR, Rayen Urrea.

Prácticas constantes marcan el camino de los TEPAR

A más de un año de su ingreso al centro de urgencias, Rayen reflexiona e invita a sus compañeros de carrera a aprovechar su tiempo de estudiantes para salir preparados:

“Hay que aprovechar las prácticas. Yo estuve en El Peral, en el Hospital La Florida, en el Hospital Sótero del Río y en Cesfam y eso me ayudó a salir con más experiencia”.

Gracias a su formación profesional, los egresados de TEPAR se han abierto camino en el campo de la salud y no sólo pueden desenvolverse en centros de integración y rehabilitación física y mental, sino también en los diversos niveles de atención tanto pública como privada, “pero todo pasa por atreverse”, indica Isabel.

“No hay que pensarlo tanto, hay que tomar las oportunidades que les aparezcan porque todo es nuevo cuando uno egresa. Yo nunca había estado en urgencias y aquí estoy. Es bueno atreverse, se gana experiencia y conocimiento y eso es impagable”, enfatiza.

Rayen e Isabel, egresadas de TEPAR de Santo Tomás Puente Alto.