Venta de medicamentos en un escenario de pandemia
En marzo recién pasado, ingresó a la Cámara de Diputados un proyecto que buscaba frenar el alza indiscriminada en los precios de medicamentos e insumos médicos por parte de las farmacias y supermercados. A su vez, gremios como el colegio de Matronas y colegio de Químicos Farmacéuticos presentaron una denuncia a la Fiscalía Nacional Económica acusando alzas de un 4000% por parte de empresas distribuidoras de insumos médicos.
Durante el año 2018 se discutió acerca de la apertura de venta de medicamentos a supermercados y que ésta traería una disminución en los precios en aproximadamente un 40%, sin embargo, en un escenario de crisis como la que estamos atravesando vemos que el resultado es el contrario, un alza indiscriminada en artículos de primera necesidad como lo son las mascarillas, alcohol gel, guantes, por nombrar algunos.
En la actualidad es frecuente encontrar la venta de este tipo de artículos en sitios web como mercadolibre, Instagram y por supuesto en algunos marketplace del área de salud como lo es pharol. Según una entrevista otorgada al diario Financiero por el CEO de Pharol, desde el inicio del estallido social en octubre pasado y ahora durante la pandemia, sus niveles de ventas han aumentado en cifras superiores al 30%, sería interesante consultar si esta alza ¿se debe sólo al aumento explosivo de la demanda o esta variación tiene relación al alza de precios en el contexto del Covid-19? Sólo por poner un ejemplo, una caja de mascarillas tradicional (de 3 pliegues) de 50 unidades tiene un valor de $29.990 en el sitio www.pharol.cl , ¿no es acaso algo excesivo? Juzgue usted.
Ejemplos como éste son frecuentes entre proveedores de medicamentos e insumos, por lo que regular estos precios no parecería una mala idea, sin embargo, ¿quién asegura que los precios se mantengan fijos? Al establecer un precio máximo se corre el riesgo de que aparezca el llamado “mercado negro” mientras se mantenga el periodo de alta demanda de este tipo de productos, un mercado en el cual el precio puede superar ampliamente el precio fijado por el estado. Recordemos que estos productos presentan actualmente una demanda completamente inelástica, lo cual se refiere a que ante una variación porcentual del precio la cantidad demandada se mantendrá inalterada, es decir, la cantidad demandada será insensible a las variaciones del precio, por lo que frente a estos aumentos en el precio los únicos beneficiados serían los proveedores, farmacias, supermercados y cualquier otro canal de ventas.
El desafío ahora es lograr un equilibrio, para asegurar el abastecimiento de estos artículos tan necesarios como para asegurar las medidas preventivas frente al Covid-19 y, finalmente, que los precios que se cobran por estos artículos no generen un mayor daño social.