Una mirada al ámbito educacional
Es evidente que nos encontramos en un momento histórico de cambio en el contexto educacional, el cual de manera paulatina ha convocado y sensibilizado a todos los estamentos involucrados en el quehacer educacional y a la comunidad en general. Dicho contexto de demandas ciudadanas ha implicado reflexiones y transformaciones en la política pública y en los actores institucionales, sean estos públicos o naturales, relacionados con el ámbito.
Este escenario de cambio se ha traducido en diversas movilizaciones, algunas más masivas que otras; algunas más violentas que otras. Sin embargo, uno de los elementos relevantes de este contexto se visualiza en la oportunidad y posibilidad para el desarrollo de un análisis integral y sustantivo que debiera implicar finalmente el rediseño de una política pública de carácter participativo, heterogéneo y diverso. Lo cual bajo ningún prisma puede ser partidista ni egoísta en el análisis, que no puede segregar ni excluir a ningún actor o institución, ya que todas las Instituciones de Educación Superior a lo largo de la historia Chilena, han aportado de manera significativa al desarrollo del país con distintos énfasis y diseños curriculares, que han permitido la diversidad, la expansión en la formación y en el acceso al sistema de distintos grupos socioeconómicos, así como al crecimiento humano, social y económico que se ha alcanzado hasta el momento.
El escenario educacional de nuestro país, se ha comparado internacionalmente desde el punto de vista de gestión académica e institucional y formación de pregrado. No obstante, dicho análisis debiera considerar el rescate de nuestra historia, cultura y contexto local, para desde ahí situarnos en el diseño e implementación de estrategias y prácticas educativas que den respuestas reales y sustentables a los problemas que presenta nuestra sociedad y a las características de nuestra ciudadanía. Siendo fundamental en este camino, considerar también la dinámica de enseñanza-aprendizaje en el aula, desarrollando y potenciando el quehacer de la docencia. Elementos como el “sentido” de los procesos, las metodologías y didácticas participativas, la co- construcción del aprendizaje con el estudiante, fortalecimiento de la comunidad educativa, así como también las metodologías e instrumentos de evaluación del aprendizaje.
No cabe duda, que en la actualidad han adquirido mayor relevancia los modelos educativos abiertos y flexibles, que implican diseños curriculares particulares y de mayor pertinencia con el medio, que logran vincular a las instituciones académicas con el entorno, con la industria y las organizaciones durante la etapa formativa.
Finalmente, resulta importante señalar que, así como cambian las sociedades, también debe cambiar la institucionalidad académica, con el fin de lograr la sincronización adecuada para optar a un desarrollo humano y social acorde con los tiempos.