Un fin de año muy distinto en el negocio marítimo
Sin duda que el 2020 ha sido un año completamente inesperado y el negocio de transporte marítimo no ha estado exento de estos hechos impensados. A continuación hago un rápido repaso de las contingencias que tuvimos que enfrentar en este negocio durante estos últimos 12 meses.
Durante el año fue muy común cancelación de itinerarios en diferentes rutas, debido a la caída de la demanda global. Esto afectó en Chile, principalmente a las rutas a ASIA y la costa Oeste de Norte América fueron las más afectadas con cancelaciones de itinerarios. Estas cancelaciones generaron falta de espacios en los flujos de importación y exportación.
La caída de la demanda dio paso luego ha aumento bruscos de flujos a algunas regiones del mundo. Así, hemos empezado a ver congestión en puertos y falta de capacidad en algunas rutas. Esta congestión ha ido empujando a varias navieras a imponer recargos por congestión en puertos muy importantes como London Gateway en Europa y Oakland en EE.UU. Por otro lado, la falta de capacidad en la ruta Transpacífico ha empujado al alza las tarifas desde Asia a América, en muchos casos por sobre el 100%. Esto último, también lo hemos visto en las tarifas de importación desde oriente a nuestro país.
Como si el problema de falta de capacidad y congestión fuera poco, se suma el ya conocido problema de falta de contenedores. En nuestro país por ejemplo, hay rutas de exportación a ASIA donde no existe disponibilidad de contenedores de 20 pies y muchas navieras tampoco están tomando exportaciones en contenedores de 40 pies por que prefieren reposicionar rápido los equipos en Asia, sin perder los días libre de origen y destino.
El índice CAX (Container Availability Index) de Container XChange (índice que indica el nivel de disponibilidad de contenedores para los principales puertos del mundo) estaba en niveles casi 0 para los 40HC desde Shanghai la semana 49 e indica niveles muy bajos de disponibilidad en todo el último trimestre del año (índice menos de 0,5 indica escasez).
Durante el último trimestre, prácticamente todas las semanas ha habido problemas con la altura de las olas en el puerto de San Antonio. Lo anterior ha generado muchos cambios de recaladas a Valparaíso y cancelación de recaladas. Esto ha generado costos adicionales para la mayoría de los actores de la cadena de abastecimiento; navieras por los costos operativos adicionales, exportadores por los transporte entre puertos, puertos por la pérdida de operaciones, entre otros. Sin duda, esto era inesperado para el último trimestre del año.
Sin duda que este 2020 ha tenido altos y bajos que lo han hecho impredecible y por lo tanto esto ha causado mucha tensión en las cadenas de abastecimiento globales. Un ejemplo de esta inestabilidad lo muestran las cifras del consumo en nuestro país. Pasamos de un Índice de Actividad del Comercio (entregado por el INE) con un decrecimiento interanual de más de 20% en Abril a un crecimiento de 15,4% en Octubre.
Sin duda que muchos de estos factores se mantendrán durante la primera mitad del 2021 y se deberían ir normalizando en la medida que las economías del país y del mundo se comienzan a regularizar gracias a la vacunación. Las conclusiones y repercusiones las veremos después. Al menos este año hemos aprendido a navegar en aguas turbulentas.