Toma de conciencia de Abuso y Maltrato en la Vejez
Cada 15 de junio se conmemora el día mundial de Toma de conciencia de abuso y Maltrato en la Vejez, día relevante en nuestro país al considerar que de acuerdo a los datos entregados por el CENSO 2017, se determino que el 16,2% de la población chilena corresponde a personas mayores (de 60 años y más), lo cual nos plantea numerosos desafíos como sociedad en torno a la necesidad de hacernos cargo de los derechos de las personas mayores y velar por disminuir las inequidades existentes, producto de los diversos determinantes sociales de esta comunidad tan heterogénea.
De acuerdo con lo planteado por el SENAMA (Servicio nacional del adulto mayor), el maltrato a las personas mayores hace referencia a todo tipo de acción u omisión que produzca daño y que vulnere el respeto a la dignidad y el ejercicio de sus derechos como persona.
El maltrato no es realizado exclusivamente de manera intencionada debido a que en ocasiones como sociedad lo realizamos por desconocimiento, lo cual nos lleva a realizar este acto de forma no intencional, repercutiendo en diferentes ámbitos, afectando directamente la salud mental y bienestar de la persona. Al hablar del maltrato no intencional, podemos encontrar el psicológico, que corresponde a los actos que afectarán mental y/o emocionalmente al individuo. Dentro de este tipo de maltrato encontramos la sobreprotección, que puede generar un sentimiento de inutilidad o de limitada capacidad de decidir. Por ora parte, encontramos el “Viejismo” o “Edadismo”, que hace referencia a los estereotipos y comportamiento prejuiciosos contra las personas mayores a causa de su edad, correspondiendo a un tipo de discriminación que incluye tratos diferentes, simplemente por el hecho de ser mayor.
Como sociedad en muchas ocasiones no somos conscientes de esta discriminación, la cual hace adoptar un comportamiento distintivo frente a la persona mayor, como es el caso de infantilizar a la persona mayor, creyendo que ser “viejo” es volver a ser niño, lo cual se acentúan aún más en personas que cursan con una situación de salud desfavorable, quienes se ven más expuesto a ser infantilizados, lo cual impacta en la percepción de si mismo y su salud mental. Además, producto de esta visión negativa y el miedo a envejecer, se generan múltiples mitos, los cuales generar falsas creencias que llevarán a recurrir en la negación de derechos y a cometer negligencias, como es en el caso de dejar pasar problemas de salud mental por normalizar situaciones como por ejemplo, creer que es normal tener problemas de memoria por la edad, no querer salir, sentirse triste, etc, lo cual impedirá una detección temprana y por ende un tratamiento en conjunto con un acompañamiento oportuno.
Como sociedad tenemos una deuda pendiente en diversos aspectos con nuestras personas mayores, sin embargo, podemos iniciar con pequeños cambios para favorecer el buen envejecer, como lo es cambiar nuestra percepción del envejecimiento, derribar los mitos asociados a ello y comprender que el envejecimiento es un proceso que todos viviremos y que es nuestro deber como sociedad cambiar la visión negativa de él, buscando aportar a mejorar la percepción del envejecimiento y enfatizando que la salud mental y el bienestar emocional tienen la misma importancia en la edad mayor que en cualquier otro periodo de vida.