Tiempo: Lo que necesitan los niños durante la pandemia
No lo saben, ni lo hacen consciente, pero los niños de hoy se sienten solos. Los adultos estamos con ellos, acompañándolos, pero lo que ellos necesitan es nuestra atención. Para compensar esto muchos adultos hemos recurrido a lo más simple: la virtualidad.
Los niños y niñas de hoy se sienten muy solos y eso los convierte en personas silenciosas.
Los niños saben, por naturaleza, que los adultos dedicamos nuestro tiempo y nuestra atención a aquello que para nosotros es realmente importante. Hoy, muchos adultos estamos hiperocupados, adaptándonos a este nuevo contexto y el resultado es que muchos de los niños y niñas tienden a mostrarse hipersolitarios e hiperaburridos.
Estar presente no es simplemente compartir el mismo espacio, no es estar con el computador o con el celular mientras los niños juegan, no es cocinar o barrer en su presencia, eso es “acompañar”. Lo que nuestros niños y niñas están pidiendo a gritos es que dejemos TODO por un rato, que nos desconectemos y que les dediquemos nuestro tiempo, que escuchemos sus necesidades que, al igual que nosotros, las tienen y son importantes.
Cuando se acostumbra a los niños a que se calmen solos, o se les responde sin mirarlos a los ojos, dejando la vista clavada en una pantalla, se les está haciendo un enorme daño, les estamos demostrando que no son realmente importantes porque nuestra atención está en otra cosa.
Si los niños llaman, debemos mirarlos a los ojos, hablar frente a frente, interactuar. Son acciones básicas que deben iniciarse desde el primer día de vida, pues, no hacerlo, puede traer serias consecuencias emocionales y conductuales.
Los niños pequeños son extremadamente sensibles a las reacciones y a la reactividad de las interacciones sociales que llegan del mundo que los rodea. Cuando los niños nos miran, están buscando nuestra mirada. Necesitan nuestra aprobación, o algún gesto que les comunique algún mensaje.
Ayudemos a los niños y niñas a desarrollar sus capacidades. Brindemos apoyo y contención. Equilibremos los tiempos, regalémosle una sonrisa. Nuestros niños y niñas la necesitan, más aún en estos tiempos difíciles que los han llenado de incertidumbre. Nos demandan escucharlos con detalle, nos exigen calma, serenidad y paciencia.
Es necesario que les dediquemos presencia exclusiva, de esta forma, el vínculo afectivo mejorará mucho. Nuestra presencia es lejos el mejor alimento emocional en la infancia, los niños y niñas necesitan llenarse de nuestro afecto para poder estar en armonía y paz, de esta forma dejaremos de tener niños y niñas con sentimientos de soledad, ansiedad y duda.