Sustentabilidad: entendiendo el real concepto para las empresas
Hoy en día el concepto de sustentabilidad corresponde a uno de los factores críticos que existe en cualquier empresa. Sin embargo el concepto que se maneja de sustentable, es mayormente asociado al “medio ambiente”, cuando es un término mucho más complejo, que involucra más allá de ser responsable con el entono en términos naturales, sino que toma en consideración la rentabilidad del negocio, los clientes y las personas.
Ser sustentable no solo es cuidar el medio ambiente
Bajo este concepto entonces, podríamos señalar que no todo lo que podríamos considerar como “sustentable” así lo es, la mayor parte de los emprendimientos son realmente sustentables cuando toman en consideración la totalidad de su entorno, involucrando a todos los stakeholders que son parte de la cadena de valor de la empresa. Por esta razón entonces, si tenemos un producto que está fabricado con materiales reciclados, y que durante su fabricación, el daño que realiza al entorno es mínimo, no necesariamente es un producto “sustentable”, la tentación es obviamente calificarlo con este adjetivo de forma inmediata, cuando el concepto va mucho más allá.
No basta con no dañar el entorno, ya que estaríamos olvidando el objetivo por el cual se crea una empresa, que es el de “crear valor”, valor que obviamente debe ser apreciado por nuestros clientes, que marcarán esa diferencia eligiendo nuestros productos.
Cuándo se es Realmente sustentable
Como podemos ver el concepto involucra no solo lo ambiental, sino también el aspecto económico, y donde además se debe incorporar un efecto social. Estos factores son conocidos en sustentabilidad como “Triple bottom”, calificado con 3P en inglés: Planet (planeta o entorno), People (Personas) y Profit (Ganancia).
Por esta razón hay empresas que aunque se declaran sustentables, no lo son, ya que si por ejemplo realizan prácticas laborales inadecuadas, por mucho que no alteren el medio ambiente, poseen un factor incompleto, el social. Así mismo, si cuanto con un producto que en su proceso productivo cumple con los más altos estándares de calidad, justicia social y es ambientalmente seguro, pero el valor no es reconocido por los clientes, y como consecuencia no lo compran, el producto tampoco es sustentable, porque carece de ganancias.
La característica de la sustentabilidad es lo que su nombre lo indica, “sostenerse”, ¿dónde?, en el tiempo. Para lograr este objetivo es determinante tomar en consideración estos factores durante todo el proceso administrativo. No solo en la ejecución. Es indispensable que desde el proceso de planificación, hasta el de control, tengamos en cuenta cual es el efecto que produce nuestras acciones en las personas y el planeta, y de qué forma podemos desarrollar nuestro producto creando el valor necesario que le permita ser rentable.