Seguir siendo referentes, sin morir en el intento
La cuarentena preventiva u obligatoria ha hecho que hoy día todas aquellas herramientas tecnológicas que antes servían de apoyo a nuestro quehacer dentro del aula, hoy día sean reales protagonistas en los procesos de aprendizaje.
Tanto docentes como estudiantes, nos hemos visto en la necesidad de migrar desde las clases presenciales a la virtualidad, debido a la contingencia de emergencia sanitaria decretada por el Covid-19. Hemos tenido que actuar prontamente para adquirir, incorporar y adaptarnos todos a nuevas herramientas virtuales como parte de las estrategias pedagógicas.
Para algunos, esta tarea no ha resultado nada fácil, implicando un esfuerzo urgente para mejorar nuestras habilidades en el rol de docentes en contextos virtuales.
Pero uno de los mayores retos ha sido tener que aprender una nueva forma de relacionarnos unos con otros. Hemos tenido que aprender a bregar con la sensación de una nueva forma de “estar con el otro”, que implica distancia, pero que a la vez también implica cercanía.
Ha implicado buscar a toda costa los mecanismos que permitan centrarnos en la interacción, el apoyo y acompañamiento entre nosotros, y con nuestros estudiantes.
Esta nueva forma de “estar con el otro”, significa tener claro que el reto de lograr influir positivamente en nuestros estudiantes, es ahora mayor. Significa estar alertas, ser emocionalmente inteligentes y ser más sensibles que nunca a sus necesidades, ya que la no presencialidad le da mayor complejidad a esta importante tarea. Significa respetar más que nunca las diferencias individuales sin perder el foco del proceso de aprendizaje. Significa ser pacientes, contenedores, coherentes y no dejar de transmitirles optimismo. Significa no perder la oportunidad de reforzarlos y estar atentos para retroalimentarlos reflexiva y positivamente. Significa mostrarles con nuestro ejemplo congruente y permanente, la importancia de mantenernos realizando, todos juntos, un trabajo colaborativo de calidad. Significa no olvidar la importancia de facilitar la creación de vínculos, entre y con los estudiantes. Significa mostrarles nuestra preocupación genuina por sus avances.
En resumen, significa que nuestro esfuerzo como docentes debe estar enfocado en el aprendizaje e implementación de nuevas estrategias tecnológicas que permitan estimular y motivar el desarrollo académico de nuestros estudiantes. Pero además, es necesario poner en práctica más que nunca nuevas formas de empatía y de interacción, que nos permita continuar siendo referentes en estas nuevas condiciones de aprendizaje, y no morir en el intento.