¿Por qué se conmemora el mes de las mujeres? No perdamos el foco
Cada año organizaciones sociales, gobiernos y recientemente empresas, organizan actividades para visibilizar el papel de las mujeres en la sociedad y especialmente en el mundo del trabajo. Sin embargo, no siempre ha estado claro “el foco”.
Si bien el origen de esta fecha está en la historia -levantar demandas asociadas a mejorar condiciones laborales de las mujeres a principios del siglo XX- durante las últimas décadas, nos tocó observar acciones del comercio para promocionar descuentos o vender flores, chocolates o productos de belleza. O bien, se nos invitaba a escuchar música romántica o a “regalonearnos” con masajes o sesiones de spa. Si bien, estos ejemplos pueden ser placenteros y del gusto de muchas, no son un símbolo apropiado para la reivindicación de derechos laborales, motivación que está en el origen de esta conmemoración.
El Día Internacional de las Mujeres (para pensar en plural), tiene apellido. De las Mujeres Trabajadoras. Por ende, como hemos problematizado en la investigación Fondecyt, es una invitación para reflexionar como sociedad, hombres y mujeres, en los aportes que cada uno/a puede hacer para facilitar la participación de las mujeres en el mercado de trabajo remunerado, porque ello da autonomía económica, bienestar y mejora calidad de vida. Siempre y cuando se produzca en un contexto de cambio de los patrones tradicionales de división sexual del trabajo doméstico.
Esto es en concreto, traducir el concepto de corresponsabilidad, que significa que hombres y mujeres participen por igual, para responder a las demandas domésticas y de cuidado de otros/as que ocurre en el campo familiar.
Y así evitar la sobrecarga que experimentan muchas al ingresar al trabajo remunerado, sobre todo cuando tienen hijos/as, pues siguen siendo las principales responsables del trabajo reproductivo. Por lo tanto, el foco de la igualdad en el trabajo tiene que incluir lo público/productivo, pero también lo privado/reproductivo.