Reflexiones en el día de la mujer: avanzar es tarea de todos
Nuevamente nos encontramos recordando y conmemorando el 8 de Marzo y de manera cada vez más masiva se abre el debate en la academia, en las organizaciones sociales y en las calles. Las redes sociales se inundan en convocatorias a reflexionar y manifestarse en esta fecha, lo que nos da señales que en temas de reivindicar derechos de la mujer algo avanzamos como sociedad.
Hemos transitado de conmemoraciones de esta fecha cargada de colores rojo y negro a conmemoraciones cargadas de color rosa, ni una ni la otra, hoy es una conmemoración diversa llena de múltiples colores, que refleja una ciudadanía que se va mirando, va comprendiendo y haciendo esfuerzos por tomar un camino que logre asimilar el porqué de las grandes luchas de nuestras antepasadas, sufragistas, costureras, obreras textiles y tantas otras que a través de huelgas y múltiples iniciativas fueron ganando terreno en la conquista por el reconocimiento, el respeto y valorización de las mujeres como personas.
De los grandes logros a nivel de estructura de nuestro país, la incorporación de la perspectiva de género a todas las políticas públicas ha permitido visibilizar las problemáticas de las mujeres a través de diversos planes y programas logrando avanzar en justicia social, equidad e igualdad de género, para ello el Estado ha debido asumir compromisos explícitos que debieran configurar una mirada integral de estas políticas.
Es necesario mencionar que la igualdad que hoy demandamos no solo pasa por reivindicaciones meramente económicas. Igualdad no solo en lo económico, ya que una mujer puede ser parte de un muy buen programa de emprendimiento, con acceso a créditos, a capacitaciones, etc., pero en su hogar sigue la doble jornada, resolviendo el cuidado de sus hijos menores, enfrentada a un entorno que evidencia desigualdades iniciales de la persona.
Por tanto el gran desafío que tenemos como país es avanzar en la generación de políticas públicas transversales con perspectiva de género, teniendo como base los derechos humanos, en que se promuevan y salvaguarden los derechos políticos, sociales y fundamentales de las mujeres.
Esta tarea no es solo del Estado a través de la generación de leyes, debe comprometer a toda la ciudadanía, las transformaciones culturales no se logran por decretos. Favorecen los marcos regulatorios, las acciones positivas, los compromisos de las autoridades políticas, pero por sobre todo, la sensibilización de cada uno de nosotros, ante las profundas desigualdades que hoy aún persisten en nuestro país, una de ellas es la desigualdad entre hombres y mujeres y hoy 8 de marzo reflexionamos sobre ella, seamos parte y continuadores de la historia de las grandes mujeres que desde la Revolución Francesa y antes, llevaron adelante la tarea de igualar derechos a las personas por el solo hecho de ser seres humanos.