Ola de calor: Una visión desde la Enfermería

“Ola de calor”, son fenómenos meteorológicos que en la actualidad representa una amenaza significativa para la salud de la gran mayoría de los habitantes del planeta.

Pueden provocar una serie de efectos nocivos para la salud, que van de golpes de calor y agotamiento por calor hasta complicaciones más graves como fallas orgánicas. Además, altera la estabilización corporal de temperatura, lo que puede provocar deshidratación, alteraciones en los electrolitos y en la termorregulación.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las olas de calor son responsables de un incremento relevante en la morbimortalidad. Las personas mayores son susceptibles a las consecuencias del calor extremo, porque existen factores como la pérdida de la capacidad de termorregulación, presencia de comorbilidades (insuficiencia cardíaca, hipertensión y diabetes) que obstaculizan el sistema de adaptación al calor.

Los menores de 5 años también forman parte de los grupos vulnerables, ya que tienen una mayor tasa metabólica y una menor capacidad para regular su temperatura corporal, siendo más propensos a la deshidratación y al agotamiento por calor.

Dentro de las acciones de prevención desde el ámbito sanitario se debe favorecer la hidratación, educando a la población sobre la relevancia del consumo adecuado de líquidos, de forma regular, además la detección temprana de signos o síntomas de golpe de calor ya que al percatarse de individuos que desarrollan signos de golpe de calor, como piel caliente y seca, confusión, mareos y náuseas, hay que activar medidas inmediatas para trasladar al individuo a un lugar fresco, administrar líquidos y, si es necesario, trasladar al servicio de urgencia más cercano.

Intervenciones efectivas para minimizar los daños en una persona:

-Consumir más líquidos de lo habitual para mantenerse hidratado/a.

-Ventilar el hogar abriendo todas las ventanas durante la noche y temprano por la mañana y cerrándolas durante el día.

-Preferir los espacios más fríos del hogar, especialmente para dormir.

-Realizar actividad física, en horarios adecuados como por ejemplo en la mañana antes de las 7 horas y después del atardecer.

-Nunca dejar a niños solos en un auto estacionado, aunque se tenga las ventanas abiertas y se encuentre a la sombra.

-Usar ropa ligera, suelta, de colores claros; así como calzado ligero, gorro que proteja del contacto directo con el sol y anteojos con filtro de protección solar.

-Tomar duchas frías o ponerse toallas o ropa mojadas en agua fría.

-Solicitar ayuda al presentar mareos, debilidad, ansiedad, sed o cefaleas intensas o espasmos musculares dolorosos en Salud Responde al 600 360 7777

Las olas de calor son fenómenos climáticos peligrosos que conllevan graves efectos para el bienestar, desde la enfermería, se deben implementar medidas de prevención, educación y tratamiento que contribuyan a reducir el impacto negativo de estas altas temperaturas. La promoción de hábitos y conductas saludables en la comunidad son herramientas valiosas para enfrentar los desafíos de la crisis climática en el país y el resto del mundo.