Para comenzar a comprender el dolor, es importante entender que éste es multidimensional, lo que significa que no existe una causa única responsable.

¿Has encontrado moretones en tu cuerpo que te han dolido sólo cuando has descubierto que están allí?, ¿Has escuchado de gente, que a pesar de haber sufrido un accidente y estar lesionado, es capaz de salir del vehículo y prestar ayuda?

En innumerables ocasiones personas con cuchillos atravesando su espalda llegan a los servicios de urgencia solicitando ayuda, sin dolor alguno, ya que el contexto de pelea puede anular el dolor. Situaciones como estas se pueden explicar, entendiendo que el dolor es una experiencia emocional, que se hará presente frente a escenarios y contextos que ameriten expresar dolor.

El dolor en realidad NO es un mensaje que viaja desde el tejido al cerebro como se creía, sino que es una respuesta de nuestro sistema nervioso; es decir un out put (salida). Por tanto, si tu cerebro desconoce el daño (moretón que no he visto) o el contexto es adverso (accidente de tráfico), probablemente no expreses dolor.

El dolor puede ser mayor siempre que te sientas amenazado o percibas miedo. Aquella persona que sufrió un accidente, luego que su vida y la de los demás esté a salvo, comenzará a hacer más consciente su cuerpo y probablemente a sentir dolor.

¿Viviste el terremoto de 2010?, ¿volviste a experimentar un miedo similar, a pesar de que esta vez no se tratase de un terremoto?

El dolor funciona de una manera similar, en base al recuerdo del dolor. Con sólo pensar en el gesto motor que desencadenó tu dolor inicial, es posible que comiences a experimentar síntomas desagradables.…Imagina frotar el filo de un papel entre tus dedos.. ¿provocó algo en ti?

Por otro lado, los problemas emocionales o factores psicosociales pueden favorecer la presencia de dolor crónico. ¿Te sientes triste o estás estresado por el trabajo? quizás tu cuerpo lo exprese a través de dolor. Súmale a lo anterior, el miedo al movimiento = desacondicionamiento= más dolor.

En consecuencia, el dolor no siempre es indicativo de daño y puedes sentir dolor en ausencia de daño. Además, el daño no siempre desencadena dolor.

Como consejo, puedo recomendarte lo siguiente:

No te asustes con el término crónico. Esto sólo significa que llevas más de tres meses con dolor.

  • Está comprobado que el mejor tratamiento para el dolor musculoesquelético es el movimiento (ejercicio).
  • Evita el reposo absoluto por más de dos días, ya que tu problema corre riesgos de empeorar.
  • ¿No sabes cómo ejercitarte? no te preocupes, muévete lo que más puedas, gradualmente y según tolerancia. La mayor parte de las veces tu dolor está siendo influenciado por el miedo y por tus experiencias dolorosas previas. Si necesitas ayuda, acude a tu kinesiólogo especialista en el área.
  • Tu dolor no es un problema, es tu aliado en tu rehabilitación y te guiará junto con tu kinesiólogo en tu proceso de recuperación.