Los desafíos de la salud periodontal en Chile
Existen elementos claves para avanzar en una mejor cobertura dental, los cuales deben centrarse en modificaciones de las políticas públicas en salud que permitan garantizar el aumento del universo que accede a las prestaciones de atención dental tanto en el sistema de salud público con las garantías explícitas en salud (GES) y Morbilidades, como en el privado a través de la modalidad de libre elección (MLE).
En el contexto pandemia hemos estado bombardeados por medidas de prevención dese el inicio hasta la actualidad, siendo estas herramientas fundamentales para evitar aún más la propagación y frenar los contagios por sars-cov2 y cualquiera de las nuevas variantes.
Esto viene una vez más a corroborar que es la prevención aquella que nos permite mitigar los efectos que tienen las enfermedades, incluyendo aquí también a las patologías orales en cada uno de nosotros como organismos dinámicos.
Es por ello que debemos asistir y retomar nuestras atenciones, por tanto, se hace necesario invitar a las personas acudir a sus dentistas y centros de salud, evaluar su estado de salud oral cada 3, 6 o 12 meses (dependiendo de su requerimiento individual) y además es muy necesario mencionar también que en este aspecto han habido abundantes recomendaciones para la atención odontológica, lo que sumado a las medidas sanitarias cotidianas, permiten disminuir considerablemente el riesgo de contagiarse de coronavirus.
Para poder acercarnos a una mejor salud en atención dental desde el sistema de salud público y conectando esto con lo anteriormente mencionado, es fundamental dar más acceso a nuestra comunidad, creando nuevas GES o modificando lo ya establecido para incorporar a más a otras edades.
Las estadísticas indican que un porcentaje muy mínimo de la población accede a la atención en salud dental en centros de atención primaria de salud y especialidades, versus el 80% de la población pediátrica y adulta que tiene alteraciones y problemas en el territorio oral. Incluso, donde más del 70% de la población consideró que sus problemas bucodentales afectaron su calidad de vida (Encuesta U. de Chile).
Así como en la actualidad, existe una mayor preferencia por el uso de piercings y joyas en nuestra boca, donde es importante reconocer y recordar que estas prácticas eran también aplicadas antiguamente por culturas milenarias, sin embargo, no están exentas de problemas y/o alteraciones.
Si bien hoy tienen un componente estético, que puede ser bastante subjetivo, es importante mencionar que en particular los piercings han demostrado producir recesiones de la encía, desgaste en órganos dentarios y alteraciones en la motricidad y sensibilidad de los distintos órganos perforados, como la lengua.
Por otra parte, las incrustaciones de joyas, pueden ser un factor retentivo de placa bacteriana, lo cual a futuro podría producir desmineralización del esmalte (que es la capa externa y más dura del diente) formando así una caries, que, si no es tratada a su debido tiempo, puede llegar a producir una cavidad en el diente.
En este último aspecto, es muy importante conocer los pro y contra para poder tomar una decisión informada con respecto a un procedimiento, ya que, si no cumples con indicaciones estrictas, como por ejemplo medidas de higiene básicas y diarias, podrías ocasionarte un problema dental.
En ese sentido, desde nuestra vereda se hace importante poder hacer un llamado a las autoridades a realizar un trabajo mancomunado con los servicios de salud, para portar más espacios y áreas de trabajo para permitir la incorporación de nuevos profesionales del área y de este modo poder dar cumplimiento a las metas sanitarias y reducir el número de personas con patologías orales tan prevalente como lo son las enfermedades periodontales y caries.
Adrián Venegas, Coordinador Técnico en Odontología
CFT ST Puente Alto