Lactancia materna: un vínculo que es y será irremplazable
¿Qué es lo que lleva a una mujer a conectarse a través de la lactancia materna con su hijo? Esta es una interrogante que puede tener múltiples respuestas desde distintos puntos de vista, tanto psicoemocional como biológico.
¿Cómo no hablar de uno de los actos más bellos y sublimes que una madre puede entregar a su hijo?, un vínculo que ni el distanciamiento social producto de la pandemia ha logrado romper.
La ciencia seguirá avanzando con diversas investigaciones y seguirá demostrándonos que este acto tan simple es y seguirá siendo “irremplazable”, y por lo mismo los gobiernos deben incluir en sus agendas y considerar al momento de legislar, los derechos que cada mujer y su hijo tienen en relación a la lactancia materna, los que se tornan indiscutibles e irrefutables en cualquier sociedad actual, por los múltiples beneficios tanto para la madre, hijo, la familia y sociedad en general.
Beneficios para madre e hijo
Por lo mismo es importante mencionar algunos beneficios de la lactancia materna, sin antes citar que forma parte de un sistema de crianza que ha sido fundamental para el desarrollo del ser humano en lo biológico, psicológico y social; entregando así una adecuada nutrición que brinda protección para el desarrollo de los primeros años del niño, favoreciendo el proceso de adaptación y el aprendizaje en las conductas iniciales de la vida.
En relación a sus beneficios más específicos, la leche materna presenta un alto contenido de inmunoglobulinas propias para el lactante y su inmaduro sistema inmunológico, tiene una cantidad importante de factores biológicos que proporcionan protección contra infecciones, también contiene enzimas, hormonas y factores de crecimiento que favorecerán el desarrollo y crecimiento de órganos y sistemas del niño.
Por lo tanto, los niños alimentados con lactancia materna presentan menos episodios de infecciones agudas, tienen un mejor crecimiento, menor porcentaje de obesidad infantil, menor probabilidad de desarrollar enfermedades crónicas y especialmente en el recién nacido existe una menor probabilidad de presentar cuadros de hipoglicemia e ictericia neonatal. Y uno de los beneficios más importantes para la madre y el niño es el favorecimiento del vínculo y apego entre ambos, ese “no sé que”, que muchos lo han llamado, esa unión que hace que el niño se conecte indescriptiblemente con su madre.
También es necesario mencionar los beneficios que la lactancia trae en sí para la madre, como lo son la menor probabilidad de presentar hemorragias post parto, menor incidencia de cáncer de mamas y de ovario y disminución del riesgo de desarrollar osteoporosis.
Y para la sociedad los beneficios son incalculables si pensamos que tendremos niños más sanos y, por consecuencia, futuros adultos sanos tanto física como mentalmente, lo que indudablemente nos llevará a resultados solamente positivos.
Después de hacer mención a algunos beneficios de la lactancia materna, en tiempos de pandemia, donde todo ha girado en torno a esta, es loable destacar que el único acto que ha permitido estar unidos a la madre con su hijo, ha sido el amamantamiento, momento único, irremplazable e inolvidable, que ni siquiera el distanciamiento social ha podido impedir.