La Educación Superior como Puerta de Oportunidades
Cada vez que un joven o una joven de nuestra región decide dar el paso hacia la educación superior, no solo comienza una carrera académica: comienza también una historia de transformación. Porque estudiar no es únicamente aprender una profesión, es abrir la puerta a nuevas oportunidades que cambian la vida de las personas, de sus familias y, en muchos casos, de comunidades enteras.
En Tarapacá lo vemos cada día. Estudiantes que llegan con sueños y con la esperanza de forjar un futuro mejor para ellos y para quienes los rodean. Muchos son los primeros en su familia y ese hecho por sí solo marca un antes y un después.
Porque detrás de cada matrícula hay esfuerzo, sacrificio y un anhelo de progreso que merece ser acompañado y respaldado.
Por eso, desde instituciones como Santo Tomás, asumimos el compromiso de que este acceso sea más que un número o un trámite administrativo. Nuestra tarea es asegurar que cada estudiante encuentre un espacio de acogida, apoyo y calidad que le permita desarrollarse plenamente. Creemos que el acceso no se trata solo de abrir puertas, sino de caminar juntos, entregando herramientas, acompañamiento y confianza para que logren sus metas.
Acceder a la educación superior es creer en uno mismo. Es atreverse a soñar más alto, a mirar hacia adelante y a confiar en que, con esfuerzo y perseverancia, es posible cambiar realidades. Y como región, sabemos que cada estudiante que se forma se convierte en un motor de desarrollo para Tarapacá, aportando en áreas clave como la salud, la educación, la minería, la innovación y el trabajo comunitario.
La educación abre caminos y multiplica posibilidades. Hoy, más que nunca, debemos valorar ese primer paso que tantas y tantos jóvenes están dando.
Porque cuando se accede a la educación superior, no solo se transforma un futuro individual, sino que se construye un futuro colectivo.