El empleo y el coronavirus
La mayor pandemia en 100 años puede tener efectos devastadores. Aunque la principal preocupación debe ser la protección de la salud y la población, no podemos dejar de lado su impacto económico y social. En materia de mercado laboral y protección del empleo, el panorama pareciese ser sombrío. Los sucesos acontecidos en Chile desde el 18 de octubre del año pasado ya habían significado un golpe al empleo, particularmente en algunos sectores como el comercio o el esparcimiento. Sin embargo, la crisis sanitaria supondrá uno mayor, pues abarcará a prácticamente todos los sectores de la economía nacional.
En este contexto, surgen distintas ideas –tanto desde el Estado como entre los privados– para aplacar el impacto. Quizás una de las más controversiales ha sido lo propuesto por la Línea Aérea LATAM: la reducción temporal de los sueldos fijos en un 50% para todos sus trabajadores desde el mes de abril hasta el mes de junio de 2020. En términos legales, es necesario destacar que para implementar esta medida debe existir acuerdo entre empleador y trabajador. Al tratarse de una disminución de los beneficios de los trabajadores, nuestro ordenamiento jurídico exige el acuerdo expreso de voluntades. En este caso, la compañía se reunió con las directivas de los sindicatos para solicitar la colaboración de todos sus trabajadores a través de esta reducción, a lo cual accedieron.
Desde un punto de vista ético-jurídico, la medida puede ser observada desde dos ángulos opuestos: por una parte, una de los principios de las relaciones laborales protegidas por la ley es que se trata de un trabajo a cuenta ajena para el trabajador, donde es el empleador quien asume los riesgos. Así, los malos resultados económicos de una empresa no podrían significar una disminución en las condiciones pactadas por los trabajadores, salvo un acuerdo expreso. Pero, al mismo tiempo, estas relaciones se desarrollan en una realidad específica y, ante la magnitud de la crisis, no suena descabellado que muchos trabajadores acepten una reducción en sus ingresos en aras de conservar su empleo.
En definitiva, es importante destacar que, ante una crisis de esta magnitud, resulta favorable entregar a los actores del mundo laboral todas las herramientas posibles para morigerar el daño causado. El derecho laboral tiene herramientas que permiten tomar medidas excepcionales tendientes a darle continuidad a los puestos de trabajo y esperamos que los distintos actores, tanto trabajadores, como empleadores, estén a la altura del desafío.