Del conocimiento a la competencia
Debemos dejar atrás el antiguo paradigma que la persona que va a tener el mejor desempeño en el mundo laboral es quien más conocimiento tiene o el que logra internalizar más la teoría. Hoy lo que se requiere es que las personas tengan más y mejores “competencias”, esta es la característica que hace que los equipos tengan éxito, las organizaciones requieren que sus integrantes puedan salir adelante, analizando de buena forma el enorme caudal de datos que existen, además que se adapte rápidamente a un escenario cambiante y que sea eficaz con la administración del tiempo y recursos. En otras palabras, los memoriones hoy quedan desplazados porque tiene conocimiento teórico y se afianzan los que tienen habilidades prácticas y la capacidad para aplicar ese conocimiento de manera efectiva en situaciones reales.
Siempre estamos hablando de las competencias, sería bueno acercarnos a un consenso respecto al concepto. Una persona es competente, cuando puede llevar a cabo una tarea, una actividad eficientemente. Esto puede incluir habilidades, conocimientos, recursos y aptitudes necesarias para alcanzar ciertos objetivos o superar desafíos. Implica la capacidad de desempeñarse de buena forma en el ámbito de una organización, generando emprendimientos que el día de mañana se transformen en una gran empresa o en lo educacional.
Cuáles son las competencias que se requieren hoy en las personas entonces, tecnológicas, es decir, internet, teléfonos inteligentes, dispositivos, etc. Cuando estamos cada vez más conectados, no podemos no tener esto. Veo con muchas esperanzas hoy a nuestras personas de todas edades, pagando las cuentas por internet, haciendo la renta en sus celulares, whatsapeando con sus familias.
El trabajo online o híbrido en algunos casos ha cambiado la forma como las personas pueden aportar valor en las organizaciones de hoy, el trabajo a distancia cambió el modo en que los colaboradores se entienden con su institución.
Por último, las mal llamadas competencias blandas, hoy son más necesarias que nunca, incluso llamémosla como habilidades esenciales. La capacidad para trabajar de manera autónoma, trabajo en equipo y el liderazgo son especialmente importantes.
En resumen, el cambio de paradigma del conocimiento a la competencia refleja una evolución en la forma en que valoramos y aplicamos el conocimiento en nuestra sociedad. Se reconoce que el verdadero valor de las personas está en la capacidad de utilizar el conocimiento de manera efectiva para resolver problemáticas, entregar la mayor cantidad de alternativas de solución y agregar valor en un entorno cada vez más complejo y dinámico.