El Coronavirus debe preocuparnos pero por sobre debe todo ocuparnos
El nuevo coronavirus responsable de una enfermedad catalogada por la OMS como COVID-19, y que ha sido recientemente declarada como una Pandemia, genera en la opinión pública una alta preocupación, y evidentemente que informarnos de las dificultades que están pasando en estos momentos países desarrollados como Italia o España alimentan estas preocupaciones. Dicho esto paso a comentar porque creo que debiésemos pasar de la preocupación a la ocupación. Primero que todo es bueno señalar que tengo la impresión de que nuestras autoridades sanitarias están efectivamente ocupadas con el COVID-19, sin perjuicio de ello siempre se pueden hacer mejor.
En general la idiosincrasia del chileno tiende a la incredulidad y a desconocer los problemas hasta que ya es demasiado tarde, debemos todos contribuir a cambiar la conducta de los chilenos y que tomen conciencia que esta infección se puede contener inicialmente y luego sobrellevar si y solo sí todos aportamos incorporando las conductas que reducen la transmisión viral, y entonces ¿cuáles son estas conductas?, higiene respiratoria, esto es taparse la boca con el antebrazo o un pañuelo cuando se estornuda o tose, higiene de manos regularmente, ya sea con alcohol gel o agua y jabón, especialmente si va a ingerir alimentos, evitar tocarse la cara, nariz u ojos con las manos a menos que estén desinfectadas, evitar saludar estrechando las manos, dando abrazos y/o besos, minimizar la asistencia a lugares en que la cercanía con otras personas sea menor a un 1 metro, uso de mascarillas cuando se presenten síntomas propios de cuadros infecciosos respiratorios, sin duda todas estas conductas son bastante simples pero requieren de gran empatía y compromiso con las personas y la sociedad.
Dada la evolución de esta infección en otros países es un hecho que Chile tendrá circulación viral de COVID-19 y por tanto transmisión comunitaria, en este escenario nadie puede prever con certeza cual será el comportamiento de este virus en Chile, sin embargo si conocemos el comportamientos de otros virus que producen cuadros respiratorios y en función de ello podemos estimar cuando deberíamos tener la mayor circulación viral.
Según las estadísticas del Minsal el número más alto de notificaciones de enfermedades tipo influenza en Chile se da entre la semana 20 a la semana 31, esto corresponde al calendario desde la última semana de mayo a la segunda semana de agosto, con un pick de notificación que se da en la semana 25, ósea última semana de junio, con estos datos podemos suponer que la mayor circulación viral de COVID-19 debiese ocurrir en esas época. Sin perjuicio de este análisis lo cierto es que ya tenemos casos en Chile y estamos muy próximos a tener circulación viral y transmisión comunitaria y dado que nadie tiene inmunidad en la población y a la alta capacidad de transmisión del virus (R0 1,4 a 2,5) es de esperar un aumento rápido de casos.
La ocupación de los científicos en estos momentos es la creación de vacunas para prevenir la infección y la generación de tratamientos antivirales, en ambas líneas de trabajo se ha logrado un avance sustantivo, sin perjuicio de ello las expectativas para venta y distribución de alguna vacuna o fármaco no se prevé para antes de un año y como consecuencia de ello debemos en conjunto ocuparnos de la contención y lograr mantener un numero de infectados diarios bajo, de forma tal que nuestro sistema sanitario no colapse por una demanda muy alta de atención hospitalaria.
Finalmente, el espacio de mejora que creo debiera considerar el Minsal es el aumento de la capacidad diagnostica, debiésemos pasar de diagnóstico al paciente sintomático sospechoso al diagnostico precoz en casos sospechosos sin síntomas y casos sintomáticas no sospechosos, esta es una de las líneas que a desarrollado con fuerza el gobierno de Korea del Sur y es quizás uno de los elementos centrales que les ha permitido contener el numero de nuevos casos y especialmente reducir la letalidad del virus aún incluso en grupos de alto riesgo. La situación es lógico mientras antes se haga el diagnóstico de COVID-19, antes se toman las medidas de aislamiento y por tanto se hace posible reducir la transmisión viral.