Ciberbullying: una nueva forma de agresión en la etapa estudiantil
El Ciberbullying tiene características muy distintas a las del bullying de antaño. Veamos: primero, debe ser reiterativa desde un sujeto (agresor) hacia otro (victima), segundo: se realiza a través de medios virtuales, redes sociales o cualquier medio que permita la interacción entre personas; tercero, existe una relación dispar en cuanto a la vulnerabilidad de cada uno.
Como hoy en día es común que los niños y jóvenes participen de las redes sociales a través de diferentes medios electrónicos, tenemos la necesidad de tratar el tema con ellos desde muy pequeños, mostrándoles hechos y consecuencias.
Las redes sociales más utilizadas por los jóvenes de nuestro país son Facebook, WhatsApp, Youtube, Instagram, Twitter, Snapchat. Siendo esta última la que está interesando más a los jóvenes por no ser de uso masivo en los adultos, es decir “ahí nos están los padres” y conservan su valorada privacidad.
Sin embargo, en todas ellas se puede hacer ciberbullying, atendiendo a que éstas fueron creadas con un propósito de interactuar positivamente, pero el usuario es el que decide y puede darle distintas aplicaciones, incluidas aquellas negativas como el sexting : manipulación de fotografías que los jóvenes suben con poco o nada de ropa, grooming : acoso sexual a través de engaños por la red.
Como recurso en contra del ciberbullying y todas las variantes ya enunciadas, mencionaría inmediatamente el no prohibir el uso de las redes sociales en los niños o jóvenes, sino más bien guiar su participación en ellas. Por ejemplo: recalcar que cada información personal que se sube a la red (nube) deja inmediatamente de ser propia y privada, sino que pasa a ser pública, aunque se comparta solo con los amigos preferidos, es pública porque cada vez que reproducida por alguien, no se sabe qué hará ese alguien con ella.
Como padres, se pueden ayudar a través de los videos explicativos que se encuentran en la web, por ejemplo los del Ministerio de Educación; también es importante formar parte de la red de amigos en cada red social que el niño o joven participa, que no sea algo desconocido para los padres. Para los más pequeños establecer horarios de uso y guiar las publicaciones al principio para después ver si logran aplicar lo aprendido en las otras redes que participen; y por último, y lo más importante es que si alguno de estos niños o jóvenes fueran víctimas, pidan ayuda y cuenten lo que pasa, ya sea a un profesor, padre o amigo.
Concluyendo, evitar el ciberbullying es una tarea que no termina y una buena forma de abordar al principio es concientizar a los niños y jóvenes de que en la red siguen siendo ellos mismos y que cada posteo o información que publiquen será también de su responsabilidad.