Capital social: una red de relaciones

El capital social es uno de los activos más valiosos que puede tener nuestra juventud, según estudios de College of Comunications. Sin embargo, no todos ellos tienen acceso a las relaciones, conexiones y recursos que necesitan para alcanzar sus metas en la vida. Es aquí donde las organizaciones que prestan servicios a estudiantes y fomentan relaciones de desarrollo de alta calidad, se convierten en una vía prometedora para mejorar el capital social de los jóvenes.

Las organizaciones y entidades de educación pueden promover el capital social conectando a los jóvenes con relaciones y recursos útiles. Cuando éstos tienen relaciones positivas y de alta calidad con sus padres, docentes, mentores, entrenadores y compañeros, tienen más probabilidades de desarrollar resiliencia frente a los obstáculos, crecer, aprender y desarrollar habilidades socioemocionales.

Cuando se trata de una institución de educación superior, este capital no solo se rige a la construcción de relaciones, sino que también alberga valores como la ética, confianza y la asociatividad. El comprender quiénes forman parte de la red de relaciones de desarrollo de un joven, se torna crucial para brindar el correcto soporte emocional y orientación en el plano académico, hacia éste.

En este marco, las entidades de educación superior están señaladas a construir una sociedad de acción colectiva que permita una nueva visión de progreso. En este sentido, el capital social impulsa la participación y reciprocidad de las relaciones, generando confianza mutua, normas efectivas y redes sociales, así como también otros elementos como la tolerancia, solidaridad, cooperación, grupos de trabajo, compromiso y comunicación.

Potenciemos este tremendo recurso social, para guiar e influir positivamente en las experiencias transformadoras del proceso educativo de nuestros jóvenes, y así lograr potenciar al máximo su desarrollo personal y su futuro profesional.