Aprendamos a mirar el envejecer como un privilegio
Chile es el segundo país de América con la mayor esperanza de vida, llegando a 80 años en la mujer. Este cambio en el perfil demográfico con una baja renovación de la población nos lleva a un gran desafío: velar por que estos años de más existencia se vivan en comodidad, autonomía y de una forma más activa.
Envejecer debe ser un privilegio, un derecho humano de cualquier individuo. Tomemos el ejemplo de otros países desarrollados o algunas etnias, donde se otorga un gran respeto y veneración a esta edad de la vida, dando gran importancia a la experiencia y a lo que han aportado y servido a la sociedad durante los años.
Cada 1 de octubre se conmemora el Día Internacional de las Personas Mayores, donde reivindicamos los derechos vulnerados de este grupo etario. Por tanto, será nuestra intención promover un cambio cultural que acoja a las personas adultas mayores, elimine la discriminación y los estereotipos negativos, y promocione un envejecimiento activo.
Desde que nacemos estamos envejeciendo, pero ¿cómo estamos respondiendo a esta realidad, con políticas públicas concretas y participativas?
Nuestro país ha considerado mejorar la alimentación, las inmunizaciones y el examen de medicina preventiva para la persona mayor, pero continuamos con grandes deudas que no hemos logrado abordar de manera efectiva, en áreas que hoy son una prioridad.
Continuamos con una falta de especialistas que logren evaluar de manera integral a nuestros adultos mayores y los acojan de una manera asertiva. En el área salud mental, las demencias están poco abordadas. Aunque es una condición no exclusiva de la persona mayor, el trastorno neuropsiquiátrico en Chile es responsable de un 23% de la carga de enfermedad, primera causa de años perdidos para la salud. En nuestras personas mayores, 10% presenta un deterioro cognitivo y 16% de mayores de 80 años presenta deterioro cognitivo asociado a discapacidad.
Este año se lanzó “Adulto Mejor”, iniciativa multisectorial, propositiva y positiva, que apoya promover este cambio cultural que favorecerá la integración social en todos los ámbitos de la vida. Además de trabajar los factores protectores como la actividad física permanente y dirigida, será primordial considerar la estimulación cognitiva y crear redes de soporte que permitan que permanezcan integrados a su familia, sin que alguno de sus miembros deje de trabajar o estudiar.
Como institución de Educación Superior hoy nos sumamos a este día con un gran Concurso de Innovación Social: “Transformar para Impactar”, donde la persona mayor es nuestro eje estratégico. A través de este concurso dirigido a nuestra comunidad educativa, lograremos proyectos que van en directo beneficio en los entornos más vulnerables de la región.
Miremos el envejecimiento no solamente como el hecho de llegar a cierta edad, sino como una construcción que tiene la sociedad respecto a las maneras de envejecer, abordadas siempre desde la educación inicial.