“Me motiva hacer lo que siempre me dijeron que no se podía hacer”

Mezclar óleo y acrílico no se puede. No se debe. Eso escuchó desde siempre Macarena Haase y tuvo que obedecer por mucho tiempo. Hasta que en su examen de grado en la escuela de arte tuvo que escoger un tema y pensó: “voy a hacer lo que siempre quise hacer”. Liberada de esas prohibiciones, comenzó a forjar una carrera donde, reconoce, el azar juega un papel vital. “Nunca sé cómo va a terminar un trabajo cuando lo comienzo”, explica la artista, que hasta el jueves 28 de abril estará presentando la exposición “Derrames” en la sede Uno Norte de Santo Tomás Viña del Mar.

“Eso fue el 2010. Desde entonces seguí haciendo trabajos grandes, en el suelo, con papeles, tomaba pigmentos, hacia las mezclas, una de óleo, una de acrílico, los vertía en el suelo, se separaban solos, se apozaban, se demoraban en secar. Y después repetía el proceso”, explica sobre su técnica de trabajo, añadiendo que la única forma de mezclar estos elementos es por intermedio de superposición de capas.

El rol del azar

Olvidarse de las prohibiciones le permitió a Macarena Haase no solo hacer lo que siempre había querido, sino que además pudo asumir que el azar tiene un rol preponderante en el camino que recorrerá su obra hasta ser finalizada. “Me motiva hacer lo que siempre me dijeron que no se podía hacer. Me gusta que se vaya creando un conflicto, preguntarme qué va a pasar ahora. Por eso en otros cuadros trabajé también con esmalte sintético y óleos en tarros. Iba chorreando con pinceles, se iban separando y así se van creando cosas bien interesantes. Es la curiosidad de saber qué pasa cuando haces lo que supuestamente no se puede hacer o no corresponde a la pintura tradicional”, dice.

“Más que buscar llegar a un resultado, el azar cumple un rol súper importante. En general, el artista siempre debe tener en cuenta el rol del azar, siempre puede pasarle algo a tu cuadro, aunque uno tenga todo calculado. Acá yo pongo todas las condiciones, todas las herramientas, pero en el fondo es el azar el que se encarga de cómo las mezclas se van separando, se van uniendo, como se empozan los colores, los pigmentos. Yo no tengo cómo saber desde un principio cómo va a quedar y eso para mí es súper entretenido porque voy descubriendo cosas nuevas,”, continúa.

La artista sureña radicada en Santiago confiesa que esta osadía le ha valido algunos reproches: “a la gente que le gusta la pintura contemporánea le interesa mucho la experimentación, pero otra gente, mas adulta, me pregunta por qué no pinto paisajes, retratos o flores, pero eso no me motiva. Todo artista puede pintar realista, pero esto para mi es entretenido, de verdad lo disfruto, no me siento a copiar, sino que es como si estuviera jugando con la pintura. La tela en blanco ya no me asusta”.

La exposición “Derrames” se podrá visitar hasta el jueves 28 de abril en la Sala de Exposiciones ubicada en el primer piso de la sede Uno Norte de Santo Tomás Viña del Mar.