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Cuando hablar salva vidas: la academia alza la voz en IquiqueLey TEA: Investigación revela brechas entre la normativa y la realidad escolar

- A pesar del compromiso de las escuelas, resistencias culturales, desconocimiento docente y escasez de recursos son algunas de las principales brechas que dificultan la aplicación de la Ley TEA en el sistema escolar.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), actualmente en todo el mundo 1 de cada 127 personas tienen Trastorno del Espectro Autista (TEA), un conjunto de afecciones relacionadas al desarrollo del cerebro que afecta la forma en que las personas perciben e interactúan con los demás. En el caso de Chile, en 2021 la Revista Chilena de Pediatría afirmó que 1 de cada 51 niños que reside en zonas urbanas son parte del espectro.
Ante esta realidad, el 2023 en Chile se promulgó la Ley 21.545, también conocida como Ley TEA, la que busca asegurar la inclusión social, educativa y la atención integral de las personas con TEA a lo largo de su vida. Sin embargo, el ámbito educativo sigue enfrentando grandes desafíos en materia de diagnóstico oportuno, capacitación docente y adaptación de entornos de aprendizaje, aspectos que requieren una atención sostenida para garantizar una verdadera inclusión.
En este contexto, un equipo de académicos de la Facultad de Educación de la Universidad Santo Tomás (UST), liderado por el Dr. Rolando Poblete, Director del Magíster en Gestión de la Educación Inclusiva llevó adelante la investigación “Escuelas que incluyen: Tensiones y desafíos en torno a la implementación de la Ley TEA”. El estudio, desarrollado en el marco del programa de postgrado, busca contribuir a la evaluación, discusión y rediseño de políticas públicas en educación inclusiva.
“Desde esta lógica de aportar al desarrollo de políticas públicas con una mirada crítica pero constructiva, buscamos mejorar la implementación de la Ley N° 21.545. Como facultad, nuestro foco está en las políticas educativas y de inclusión, y en cómo podemos contribuir a su mejora continua”, señaló el Dr. Poblete.
La investigación se centró en cómo se traducen las políticas en la práctica escolar. “Lo que se observa es una distancia entre lo que establece la ley y lo que realmente ocurre en las escuelas. Estas hacen lo que pueden, con los recursos que tienen, enfrentando múltiples obstáculos”, explicó el académico.
Entre los hallazgos, se identificaron resistencias culturales por parte del cuerpo docente para abordar adecuadamente el trabajo con estudiantes con TEA, en las principales causas detectadas se encuentran el desconocimiento y/o la falta de herramientas. Además, se detectó escasez de recursos para implementar mejoras y dar cumplimiento a la normativa que exige planes de inclusión educativa.
“Estas resistencias no se deben a una mala voluntad, sino al desconocimiento y la falta de herramientas para enfrentar situaciones de desregulación emocional, lo que dificulta la labor docente. No hay provisión de recursos específicos. Un ejemplo claro son las aulas sensoriales, fundamentales para apoyar la autorregulación de los estudiantes, pero que en muchos establecimientos no existen por falta de financiamiento. Esto genera un círculo vicioso que limita el cumplimiento de los objetivos de inclusión”, sostuvo el investigador.
A pesar de las dificultades, el estudio destaca el compromiso de las escuelas con el derecho a la educación de todos los niños y niñas. “Se observan esfuerzos por parte de los equipos pedagógicos y administrativos para adaptarse y generar adecuaciones, siempre bajo la lógica del derecho a la educación”, afirmó.
Respecto a la capacidad de los docentes para abordar estas situaciones en salas con más de 30 estudiantes, el Dr. Poblete señaló que es un desafío complejo. “Esto también nos obliga a mirar hacia las universidades y revisar cómo estamos formando a los futuros profesores para enfrentar contextos cada vez más diversos”.
Finalmente, el académico hizo un llamado a las instituciones de educación superior: “Debemos actualizar permanentemente los contenidos y hacernos cargo de estas realidades. Es necesario considerar más factores en la formación inicial y en el acompañamiento de nuestros egresados una vez que ingresan al aula”.
El director también abordó el aumento significativo en los diagnósticos de Trastorno del Espectro Autista (TEA), lo que ha hecho más visible el fenómeno en el sistema educativo. “Aunque no existen estudios de prevalencia actualizados, sí se ha incrementado la capacidad de diagnóstico, lo que ha puesto en evidencia la necesidad de fortalecer la formación docente en este ámbito”.
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Fortaleciendo el liderazgo docente frente a los desafíos actuales
La inclusión educativa enfrenta hoy múltiples desafíos en el sistema escolar chileno. En ese contexto, el Magíster en Gestión de la Educación Inclusiva de la Universidad Santo Tomás (UST) se ha convertido en una herramienta clave para fortalecer el rol de los docentes, entregándoles herramientas prácticas para enfrentar la diversidad en el aula.
Uno de los casos destacados del Magíster es el de Alexis Leiva, egresado de Pedagogía en Educación Física y actual estudiante del programa de postgrado. Su experiencia fue presentada como caso de éxito en el Seminario “Experiencias innovadoras e inclusivas”, realizado en el marco de la semana de la Facultad de Educación, como parte de las acciones de Vinculación con el Medio de la universidad.
Gracias a los conocimientos adquiridos en el magíster, Alexis ha implementado diversas iniciativas inclusivas en su rol como docente en un establecimiento especializado en estudiantes ciegos o con baja visión, Colegio Santa Lucía, destacando por su calidad, eficiencia y efectividad. “Ser parte del magíster ha sido una experiencia muy enriquecedora, porque he conocido a profesionales comprometidos con la inclusión. Desde que ingresé, he vivido un cambio de paradigma respecto a mi labor docente”, relató Leiva. 
Para él, el principal aprendizaje ha sido comprender y valorar la diversidad en el aula. “Mientras más diversos sean nuestros espacios de trabajo, más oportunidades hay para innovar. No debemos verlo como una barrera, sino como una oportunidad para adaptar nuestras prácticas al contexto”, afirmó.
Desde su experiencia, Alexis destaca que el docente es un agente clave para impulsar la innovación. “El magíster me ha permitido empoderarme en mi rol y entender que el profesor es fundamental para promover la innovación en el aula. Mi foco está en adaptar las actividades de los establecimientos regulares para estudiantes con discapacidad visual”, concluyó.
El Dr. Rolando Poblete, director del programa, valoró el compromiso de Alexis con la inclusión, destacando que su vocación va más allá del postgrado. “Él es egresado de nuestra universidad, lo que refleja un sello formativo. Su trayectoria, sumada a las herramientas adquiridas en el magíster, le han permitido generar un impacto significativo en sus estudiantes”, señaló.
El programa fue reformulado en 2023 para responder a los nuevos desafíos que enfrentan los docentes. “Nuestro magíster se diferencia por estar centrado en elementos concretos para promover la inclusión. Su estructura se basa en tres pilares: liderazgo, pedagogía de la diversificación e innovación tecnológica”, explicó Poblete.
Además, se amplió la concepción de diversidad, abordando no solo a estudiantes con necesidades educativas especiales, sino también la gestión de la inclusión en relación con las familias, la participación y los distintos contextos educativos.
La experiencia de Alexis, junto con el trabajo del equipo académico, evidencia la necesidad urgente de generar instancias de actualización para los docentes. “Desde la universidad impulsamos talleres en escuelas como parte de nuestra política de vinculación con el medio. La recepción ha sido muy positiva, ya que las escuelas demandan constantemente apoyo, formación y acompañamiento para enfrentar los desafíos de la inclusión”, concluyó el Dr. Poblete.