Deber Cumplido: Voluntarios de Santo Tomás Talca regresaron de Trabajos Voluntarios en Yerbas Buenas

Orgullo y satisfacción eran los sentimientos más recurrentes de los 20 alumnos de Santo Tomás Talca que este viernes 28 de julio regresaron tras participar durante toda la semana en los Trabajos Voluntarios de Invierno realizados en la comuna de Yerbas Buenas.

En esta ocasión el trabajo se concentró en seis viviendas de personas muy vulnerables que requerían revestimientos y techos nuevos, ya que habitualmente se inundaban o simplemente no contaban con servicios básicos.

Para ello, los alumnos que además estuvieron acompañados por voluntarios de las sedes Chillán y Curicó, se capacitaron con maestros y personal municipal a fin de ofrecer un servicio de la mejor calidad posible, se dividieron en cuadrillas y complementaron este trabajo con diversas actividades con la comunidad.

Al respecto la Directora de la DAE, Lorena Castro, dijo que la evaluación es muy positiva ya que los alumnos tuvieron contacto con realidades muy extremas y por lo mismo pusieron todo su esfuerzo y más por cumplir sus metas e incluso superarlas.

“Superaron las expectativas nuestras y las propias, la verdad es que dejaron todo en los Trabajos Voluntarios. Formaron buenos equipos y se dio un ambiente muy grato con todas las comunidades. Hubo mucha emoción al terminar los trabajos y hartas lágrimas porque fue tal su entrega que los estudiantes sentían que podrían haber hecho algo más”, indicó.

Testimonios

Por lo mismo a la hora de los balances no importó el frío ni el sueño ni mucho menos sacrificar parte de sus vacaciones de invierno, tal como lo manifestó el estudiante de Kinesiología, Adolfo Vivar que por segunda vez forma parte de esta iniciativa.

“La señora que ayudamos se emocionó harto porque quedó todo súper bonito. Ella tenía un hoyo en el techo y las últimas lluvias le habían inundado todo principalmente la parte de los dormitorios, además su ducha era un par de tablas sin puerta y sin nada. Fue genial ayudarla, además ella era muy apañadora, cuando teníamos que hacer actividades ella jugaba con nosotros, bailamos zumba y conversamos harto”, comentó.

Adolfo Vivar calificó esta experiencia como gratificante, ya que ser parte de esto te deja “la satisfacción personal de poder ayudar a alguien que lo necesita, recibiendo mucho amor y cariño a cambio”.

Por su parte Camila Zagal, estudiante de Técnico en Enfermería se impresionó con el nivel de pobreza en el que vivían algunas de las personas que debieron ayudar, aun cuando no era la primera vez que trabajaba como voluntaria.

“A mi cuadrilla le tocó ayudar a un caballero que vivía completamente solo, sin familia y sin ayuda ni de sus vecinos. Era extrema pobreza, no tenía baño, luz ni agua, cuando llegamos solo tenía un brasero y tal vez una bolsita de azúcar y una taza en el suelo porque tampoco había una mesa para sus cosas. Le pusimos revestimiento por fuera y por dentro, le pusimos el techo a su casa”, relató.

Camila Zagal agregó que si bien fue una experiencia bonita, también les provocó mucha tristeza comprobar que existan personas viviendo en esas condiciones.

“El primer día fue muy triste porque ver que una persona viva tan pobre es impresionante. Hicimos todo lo que pudimos, tratamos de acercarlo a los vecinos y él estaba muy agradecido de nosotros, no quería que nos fuéramos porque al menos por una semana tuvo compañía”, concluyó.

Los voluntarios estuvieron toda la semana acompañados por la Directora de la DAE, Lorena Castro; el Coordinador de DAE, Cristian González y el Director de Formación e Identidad, Miguel Cruz; a lo que se sumó la noche del jueves la visita del Rector de Santo Tomás Talca, Osmán Garrido y del Director Académico de la UST, Víctor Cancino.