Noticia anterior
Monte Patria con corazón PuentealtinoCuatro estudiantes de Magallanes participaron en los trabajos voluntarios de verano
Cuatro jóvenes fueron los representantes de la sede Punta Arenas que se sumaron a las acciones organizadas por Santo Tomás en el norte y sur del país.
Siguiendo todos los protocolos Covid-19, un equipo conformado por cuatro estudiantes de Santo Tomás sede Punta Arenas acompañadas por la directora de Admisión y Asuntos Estudiantiles Claudia Molkembuhr, participó en las diferentes actividades voluntarias organizadas por la institución educativa en dos localidades del país.
Las representantes magallánicas se unieron a los casi 80 jóvenes de la macrozona sur que viajaron de las sedes Rancagua, Curicó, Talca, Chillán, Los Ángeles, Concepción, Temuco, Valdivia, Osorno, Puerto Montt y Punta Arenas, hasta la comuna de Pinto, en la Región de Ñuble, para desarrollar trabajos voluntarios de verano, ausentes durante dos años debido a la emergencia sanitaria.
Entre el 4 y 8 de enero, los tomasinos de Magallanes, realizaron tareas enfocadas principalmente en construcción y sociocomunitaria, como intervenciones en casas de 14 familias que fueron focalizadas con el apoyo del municipio local, además de participar en operativos de podología y veterinaria, además de compartir en la feria de servicios donde se brindó atención en áreas como salud, informática, gastronomía, actividad física, educación, entre otras.
Experiencia “única” e “increíble”
Para la estudiante de la carrera Servicios Aerocomerciales y Transportes Turísticos, Valentina Saavedra, se trató de “una experiencia increíble que volvería a repetir mil veces, ha sido muy importante en mi vida y del que estoy muy orgullosa”.
Impresión similar fue la que expresó Mirian Martínez de la carrera de Ingeniería de Ejecución en Administración. “Para mí fue una experiencia única, impresionante, porque deja enseñanzas y valores muy buenos, te permite valorar tu familia, tu hogar y lo que tienes, ya sea mucho o poco, ya que Punta Arenas tiene otra realidad, y conocer una comuna y a la familia a quienes pudimos ayudar, fue algo hermoso y único”, señaló la joven estudiante.
En cuanto a la posibilidad que ofrece la institución de participar en jornadas de trabajo voluntario en otras regiones de Chile, Saavedra indicó que, “no me lo esperaba para nada, casi todas las universidades o centros de estudios no se preocupan, solo se preocupan de que estudien y puedan sacar su título; me pone orgullosa de haber elegido y estar en Santo Tomás, ya que la solidaridad, el respeto, la preocupación y la transparencia se nota demasiado comparado a otras universidades”.
Por su parte, Martínez agregó que “es hermoso, habla muy bien de Santo Tomás, porque permite desde otra perspectiva valorar al prójimo y deja enseñanzas inolvidables en los estudiantes que participamos de ella, generando cambios en la forma de ver la vida y la realidad sobre todo en estos tiempos”.
Consultada sobre cómo fue realizar trabajos voluntarios en pandemia, Saavedra dijo que “fue mi primer voluntariado, así que no noto la diferencia, pero por lo que decían es que eran muchos más estudiantes y eso de trabajar con la mascarilla a pleno sol era terrible, pero valió la pena”.
Por otra parte, Martínez, habló del aporte de la iniciativa a su formación académica. “La verdad, permite administrar los recursos de manera eficiente, para dar una solución en corto tiempo, por ejemplo: con ciertos materiales de construcción, mano de obra y contra el tiempo, logramos cambiar la vida de una familia que pasaba una situación vulnerable. Esto demuestra que podemos analizar el problema, buscar soluciones y trabajar en equipo, porque éramos estudiantes de distintas sedes, que no nos conocíamos, ése fue un gran desafío que logramos superar y cumplir de buena manera”.
Las jóvenes coincidieron en la valoración de la experiencia de poder contribuir con su esfuerzo, cariño y compromiso a ayudar a familias de otras regiones, además de ser una instancia que enriquece la formación personal y profesional. Las tomasinas de la sede Punta Arenas aprovecharon la oportunidad de motivar a sus compañeros para unirse al llamado que cada año realiza la casa de estudios.
“Es algo que les quedará siempre en su mente y corazón, algo que querrán vivir siempre, en todo momento, un sentimiento que hace bien, solo compartir un granito de solidaridad ya te hace feliz y lo querrás siempre practicar para ser mejor persona cada día”, comentó Valentina Saavedra. En tanto Mirian Martínez, señaló que “es una experiencia única, te deja muchas enseñanzas de valores, de respeto, compromiso, trabajo en equipo y responsabilidad. Ojalá, Santo Tomás, pueda conseguir más voluntarios y más instituciones que aporten a esta iniciativa que es muy importante para las familias que lo necesitan”.