Adultos mayores son capacitados en computación y redes sociales en Universidad Santo Tomás

Sus manos, algo temblorosas, denotaban dos situaciones: el nerviosismo propio ante una evaluación y que sus 85 años han dejado huella en la vida de Oriana González Mendoza, exprofesora de Publicidad y Artes Plásticas. “Hoy tenemos prueba y nos van a medir los conocimientos que hemos adquirido durante todo este tiempo”, dijo, un tanto inquieta.

En efecto, en la Universidad Santo Tomás sede Santiago, un grupo de aproximadamente 30 adultos mayores provenientes de las comunas de Santiago, Estación Central e Independencia, debieron rendir un control para medir su grado de aprendizaje en el Taller de Computación que organiza el Centro de Atención y Apoyo al Adulto Mayor e Inmigrantes (CEAMI) junto a la Facultad de Ciencias de la Institución.

Dicha iniciativa se extiende ya por más de cinco años y busca promover la inclusión social de personas mayores a través de una serie de iniciativas que van desde un curso de idioma chino impartido por el Instituto Confucio UST hasta el mencionado curso de computación, que además enseña nociones básicas de redes sociales y uso de smartphones o teléfonos inteligentes.

“Son personas que viven en comunas vulnerables y que no siempre tienen acceso a computadores o a internet y este curso les permite estar conectados, no solo con sus familiares, sino que también con sus comunidades. El venir a estudiar a una universidad les da otro impulso, se sienten parte de algo y eso es muy bonito”, explicó Natalia Inda, Coordinadora del Programa Universidad en Verano de Santo Tomás y una de las docentes del curso de computación.

Durante las clases, que comenzaron en abril y que se realizan semanalmente durante dos horas cronológicas, los adultos mayores han aprendido desde encender un computador hasta enviar un correo electrónico,

“además de manejarse en redes sociales como Facebook y Twitter. La idea es entregarles herramientas para que se puedan comunicar con sus familias y también para que puedan acceder de mejor forma a un trabajo, ya que estamos hablando de personas con altos niveles de vulnerabilidad”, complementó Carmen Espoz, decana de la Facultad de Ciencias.

Integración

El grueso de los adultos mayores coincide en que el curso les ha permitido una mayor integración social, puesto que no sólo se sienten más valorados por su círculo íntimo, sino que se han convertido en “portadores de conocimiento”, como expresa Angelina Barrera, miembro de un grupo de adultos mayores de la comuna de Independencia.

“El ánimo es que, lo que hemos ido aprendiendo, lo vayamos compartiendo con el grupo que no tienen la posibilidad de llegar acá. Nos hemos dado cuenta de que podemos ser promotoras para quienes tienen menos conocimientos que una. Y eso ayuda también a la autoestima, sentirse valorada en el medio que estamos y en el entorno en que nos desenvolvemos y también en nuestros propios hogares”, aseguró.

Del mismo modo piensa Sergio Salazar González (66), recepcionista de una casa de huéspedes en Santiago Centro. Él fue uno de los pioneros en participar en el curso de computación de Universidad Santo Tomás, pues asistió hace cinco años. Y hoy “soy monitor de los talleres. Y acá estoy, cooperando y ayudando a los que saben menos. Ha sido una experiencia muy buena. El cooperar hace que me sienta muy bien”, reflexionó.

Sergio dice que desde siempre ha sido amante de la tecnología, pero que gracias al curso impartido por la Institución ha podido cambiar su estilo de vida. “Por ejemplo, hace 15 años decidí no usar más efectivo. Ahora solo hago transferencias electrónicas por el computador y pago en el comercio con tarjetas”, enfatizó.

Novedad

Por otra parte, la Decana de la Facultad de Ciencias, Carmen Espoz, adelantó que en septiembre habrá una novedad en los cursos que se efectúan para adultos mayores. “Los vamos a invitar a participar en una iniciación de observación de aves. La idea es que a partir de eso trabajemos con personas mayores sobre problemas ambientales que tienen en sus propias comunas, les entregaremos herramientas básicas para que ellos puedan ser lo que nosotros llamamos ‘vigilantes ambientales’ en cada una de las comunas”, sostuvo la autoridad académica.