El  psiquiatra infanto juvenil autor del libro “Si todo es bullying, nada es bullying”, realizó una charla en la Universidad Santo Tomás Talca dirigida a docentes, directivos y orientadores de diversos establecimientos educacionales de la región.

Con una masiva asistencia y una entusiasta participación, más de un centenar de educadores se dieron cita en la Universidad Santo Tomás Talca para presenciar la charla “Si todo es bullying, nada es bullying”, organizada por la Escuela de Educación en conjunto con el Grupo EDUCAR.
El expositor fue el reconocido psiquiatra, Sergio Canals, quien habló sobre la responsabilidad de todos en frenar la ocurrencia de casos de bullying, el rol de la familia y también la gran responsabilidad de los colegios en generar un espacio seguro para el desarrollo de los niños.

¿Qué es el bullying?
“Es una forma de violencia que se da en el mundo escolar, pero que tiene que tener ciertas característica para ser catalogado como tal. Ser mantenido en el tiempo –no basta un evento puntual- , debe existir asimetría de poder, es decir, la víctima está en un nivel inferior que el acosador. Lo más importante es que esto debe darse en el contexto escolar para hablar de bullying. Existen varios tipo de bullying además, desde el virtual pasando por el físico, psicológico y el sutil, donde simplemente a los niños se les excluye de todo”.

¿Cómo se puede reconocer a una víctima de bullying”
“Es difícil porque son niños. El peak del bullying se da entre los 11 o 12 años, y después va decayendo. Ellos no lo reconocen por miedo, porque les da vergüenza y piensan que si lo dicen los van a maltratar más aún. Pero hay ciertas conductas que pueden alertar, por ejemplo cuando el niño dice que no quiere ir más al colegio, o se enferma siempre el fin de semana para no ir el día lunes. A partir de eso si se analiza hacia atrás probablemente ha habido comportamientos como angustia, idas al baño mucho más frecuentes cuando están en el colegio. Si uno ordena todo eso te das cuenta que es la posición del niño frente a un tipo de sufrimiento. Se altera el rendimiento escolar sin causa, el niño se aisla y aparece toda esta sintomatología asociada a la angustia”.

un niño que tenga bullying el responsable es desde el director al portero, aunque alguno diga que no tiene nada que ver porque es de otro curso o no lo conocen. Son responsables por lo que no dijeron, por lo que no hicieron, por lo que podrían haber hecho y porque nunca se preocuparon son igual responsables por el problema de ese niño.

¿Cómo se reconoce al niño que hace bullying?
“Hay varios tipos de acosadores, pero en definitiva se trata de un tema de poder. Hay una edad en que los grupos empiezan a ordenarse en términos de jerarquía y poder de influencia sobre los demás. Ahí aparecen estos líderes que paradójicamente se ganan su posición de poder molestando y riéndose de sus compañeros diferentes y más débiles. Hay otros que son acosadores pasivos, es decir, se suman al bullying por seguir al líder y aunque se arrepienten prefieren hacerlo porque el otro se los indicó. Hay que tener en cuenta que esto muchas veces tiene relación con las culturas familiares que están caracterizadas por la admiración de los poderosos y el desprecio por los más débiles, por lo tanto los comportamientos asociados a esto no reciben ninguna sanción valórica ni ética en el núcleo familiar y sin recibir sanción en este ámbito lo practican sin ningún problema en el colegio”.

¿Hay alguna forma de evitar estas conductas?
“Absoluta no. Sin embargo la propuesta ética es ir más allá de las condiciones biológicas y evolutivas que uno tiene que lo hacen rechazar al que es diferente e invertir el eje y decir que mientras más diferente y más distinto eres yo soy más responsable de ti y más te amo y más te tengo que acoger. Es educar para la cultura de la paz y la acogida en la diferencia. En el fondo esto es un problema ético y moral, ahora que eso se traduzca en habilidades sociales, emocionales, en manejo de la ira y estrategias dirigidas a la buena convivencia, mediación y a instalar la cultura de la paz tiene un sustento que es la educación moral y ética en relación al valor del otro absoluto. Al final el mensaje es que todos son responsables de todos, pero el primer responsable soy yo antes que los demás. Esto significa que la educación ética desde este punto de vista hace que cada alumno sea responsable de todos los otros y especialmente de los distintos, los más débiles, los que sufren y tienen dificultades”.

¿Cuál es el rol que tiene la familia y el colegio en evitar que se genere el bullying?
“El colegio tiene la obligación ética y moral de generar las condiciones para que el niño tenga un ambiente seguro, acogedor y donde pueda desplegar todas sus capacidades tal como es. Esa es una obligación de la comunidad escolar completa, desde este concepto todos son responsables de todos, por lo tanto un niño que tenga bullying el responsable es desde el director al portero, aunque alguno diga que no tiene nada que ver porque es de otro curso o no lo conocen. Son responsables por lo que no dijeron, por lo que no hicieron, por lo que podrían haber hecho y porque nunca se preocuparon son igual responsables por el problema de ese niño. El colegio debe focalizar los riesgos y trabajar desde ahí. Ahora el rol de la familia es casi desde que el niño nace porque ahí empieza la educación valórica y ética, se le enseña a compartir, a no hacer daño a los otros con la típica frase de no le hagas a los demás lo que no te gustaría que te hicieran a ti. De esta forma el niño va siendo educado en las emociones morales que son innatas, la compasión, la bondad, la solidaridad, reforzándolas o anulándolas. Si no hay una posición familiar respecto al bien común, el colegio no podrá hacer nada por cambiar la situación”.

¿Es posible que a pesar de la entrega de valores correctos por parte de la familia y el colegio el niño sea de todas formas un acosador?
“Ahí tenemos que mirar más de cerca a los acosadores y preguntarnos qué factores son los que gatillan estas conductas en ese niño. En esto pueden entrar hasta las patologías, entonces hay que estudiar el porqué de estas conductas. Ahora la impulsividad es un factor de riesgo general porque significa lo contrario de reflexibilidad y el impulsivo responde al mundo emocional más velozmente que la reflexión. Es cierto que los niños están en desarrollo pero uno los nota de chiquititos a los impulsivos. El control de la ira por ejemplo, es un eje primario de desarrollo, pegarle o contenerse. Al que le cuesta contenerse uno lo pone en las categorías de riesgo y desde ahí en casos más extremos pueden entrar en las categorías de las patologías como bipolares, trastornos disociales o los que vulneran los derechos de los demás. Pero esos son casos extremos”.

¿Cómo se relaciona el bullying y la convivencia escolar?
“Una buena convivencia escolar debiera pesquisar, evitar y generar políticas hacia la convivencia pacífica donde obviamente todo lo que es violencia no debiera existir, pero uno sabe que sí va a existir entonces los programas van dirigidos a la pesquisa precoz, a evitar la ocurrencia de casos con acogida. Esto se hace con mucha más frecuencia que antes, pero como dice una filósofa española, hay que terminar con la esquizofrenia moral, es decir con los grandes discursos que resuelven el problema pero que si uno va a la realidad se da cuenta que el problema sigue igual. En los denominados colegios justos, el éxito de estos programas está incluso condicionado al buen trato de los directivos con los profesores, si eso no existe no sirve para los estudiantes”.