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Conectividad y Redes abre sus puertas a escolares en Sede CuricóPresidente de la Corte Suprema: “Si la ley no obedece a la realidad social significa que son leyes que no tienen aplicación”
Hugo Dolmestch dictó la Clase Magistral “Jurisdicción y Democracia” para alumnos de la Escuela de Derecho de la Universidad Santo Tomás Talca.
En una distendida actividad, el Presidente de la Corte Suprema, Hugo Dolmestch, dictó la Clase Magistral “Jurisdicción y Democracia” a alumnos y docentes de la Escuela de Derecho de la Universidad Santo Tomás Talca.
La actividad fue presidida por el Rector Osmán Garrido, el Decano de la Facultad de Derecho, Aníbal Rodríguez, el Director de la Escuela de Derecho y Ministro de la Corte de Apelaciones de Talca, Eduardo Meins y el Director Académico de UST, Víctor Cancino, contando además con la presencia del Fiscal Regional, Mauricio Richards, el ministro de la Corte de Apelaciones de Talca, Vicente Fodich, la fiscal judicial Jeanette Valdés, la ministra suplente, Christiane Ibarra, el senador Juan Antonio Coloma, el diputado Germán Verdugo, y representantes del Ejército y el Colegio de Abogados de la Región del Maule.
En la ocasión Dolmestch se dio tiempo además para aconsejar a los futuros abogados, recordar pasajes de sus inicios en el derecho y hacer un análisis de algunos temas de interés.
Presidente de la Corte Suprema
Como formadoras de futuros abogados, ¿Qué rol le cabe a las universidades en la modernización de la jurisprudencia?
“Lo más importante es que los jóvenes puedan vibrar con el objeto del derecho. El derecho es el instrumento más eficaz para mantener la paz entre la gente y nosotros debemos introducirla desde el primer momento. De manera que quien forma abogados debe insistir en esto y hacer que la gente lo comprenda. Por otro lado deben salir, es decir, llevar a los jóvenes a los tribunales para que conozcan las estructuras jurídicas y cuál es nuestra función. La profesión de abogado no es solo para sobrevivir económicamente sino también para ayudar a que otros vivan”.
¿Cuáles son las principales modificaciones a la jurisprudencia chilena desde el retorno a la democracia?
“Lo más importante es la investigación de los delitos ocurrido durante el gobierno militar, donde hubo algunos excesos en que mucha gente resultó dañada y el poder judicial ha hecho lo que le ha correspondido, pero desde el punto de vista jurisprudencial podría citar que lo más importante ha sido la imprescriptibilidad de la acción penal que nació como consecuencia del carácter de delitos de lesa humanidad y la aplicación del artículo 5 de la Constitución Política que permitió introducirlos al derecho chileno y hacerlos efectivos. Hay también algo que a mí me parece muy importante y que la gente no lo conoce, en este mismo orden de cosas la Corte Suprema logró hace unos meses atrás por la vía del recurso de revisión, dejar sin efecto dos sentencias de los consejos de guerra en donde se condenaba por traición a la patria a militares de la Fuerza Área, como eso no era cierto por esta vía la Corte Suprema los absolvió. Esa es una expresión de que se hace justicia en estas materias”.
Ciudadanía empoderada
¿Cómo se han adaptado los jueces a la evolución de la sociedad?
“Los jueces han avanzado mucho porque hemos tenido la oportunidad hoy de contar con la Academia Judicial que es una institucionalidad en que los jueces están obligados a asistir todos los años a cursos especiales y quienes estén interesados en ingresar al escalafón primario de la Corte Suprema deben pasar por la academia a hacer un curso de varios meses. No hay excusa para no estudiar”.
¿Cuál es el poder real de presión de la ciudadanía en la generación de leyes y la modificación de la jurisprudencia?
“La ley no es ni más ni menos que la expresión de la voluntad popular, de tal forma que si la comunidad presiona, los parlamentarios deben oírla y cumplir con el mandato que les entregan. Y si la ley no obedece a la realidad social significa que son leyes que no tienen aplicación. Así que es bueno que la gente presione, que la gente grite y es bueno también que la gente esté en desacuerdo con algunas cosas”.
¿Existe alguna directriz general para los jueces respecto a la interpretación de aquellas leyes que son más sensibles para la comunidad?
“No, no existe. La independencia judicial es una de las cosas que nosotros más apreciamos, y eso no solo significa que nosotros no podemos ser controlados por los otros poderes del Estado sino que significa también que la estructura judicial no tiene órdenes jerárquicos en materia jurisdiccional, la jerarquía solo se da en materia económica y en materia disciplinaria, pero en materia jurisdiccional no. Cada juez aplica la ley en la forma que él lo estima y las partes tienen derecho a impugnarla por las vías de los recursos procesales y eso se va uniendo en la Corte Suprema y si se va reiterando de ahí nace la jurisprudencia. Pero órdenes no existen, nunca”.
¿Existe igualdad ante la ley en Chile?
“Ese es un concepto muy subjetivo y muy de apreciación personal. En lo personal creo que no, porque mientras un país tenga diferencias de posibilidades materiales y económicas difícilmente va a tener las mismas posibilidades de acceder a la justicia para todos, ya que para llegar a la justicia también se necesitan medios y si alguien no los tiene en realidad desde ese punto vista no existe. Pero lo que sí existe es la igualdad de aplicación de la ley, entonces el que logra acceder puede tener la seguridad que se le va a aplicar la ley en la misma forma que al otro”.
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