Pedro Núñez: “Han escuchado alguna vez el dicho ¿si me dan la mano yo la devuelvo?, esa es mi historia”

Alumno de Preparador Físico del CFT Talca participó en 5 Trabajos Voluntarios durante su estadía en la institución. Hoy visiblemente emocionado hace un recuento de las experiencias y la importancia que tendrán en su futura vida laboral.

Oriundo de la comuna de Pencahue, específicamente del pueblo de Corinto, Pedro Núñez a sus 24 años recuerda perfectamente qué fue lo que lo motivó a ser parte de los Trabajos Voluntarios de Santo Tomás cuando se matriculó en la carrera de Preparador Físico el año 2016.

A los 12 años por pertenecer a una localidad rural, fue él junto a su familia parte de los beneficiarios escogido por un grupo de jóvenes que precisamente realizaba trabajos voluntarios. Tanto lo marcó aquello que desde ese día decidió que cuando tuviera la oportunidad sería parte de estas iniciativas.

El recuento es de 5 Trabajos Voluntarios de invierno y verano durante sus dos años y medio como estudiante de la carrera de Preparador Físico, siendo su última vez los realizados en la comuna de Teno durante el mes de julio junto a otros 24 alumnos de Santo Tomás Talca.

¿Cómo te convertiste en voluntario y qué fue lo que te motivó a ser parte de estas iniciativas?

“Alguna vez han escuchado el dicho ¿si me dan la mano yo la devuelvo?, esa es mi historia. Cuando era pequeño también fui ayudado por voluntarios en mi hogar y tuve la oportunidad de alojar voluntarios en mi casa. Yo tenía como 12 años y ellos fueron a construir mediaguas, iban todos los veranos. Si no eran universitarios iban misioneros. Desde ahí siempre le dije a mi mamá que quería ser voluntario. Cuando entré a Santo Tomás iba caminando por un pasillo y vi un afiche que promocionaba los trabajos de invierno en Yerbas Buenas 2016. Fui a la DAE y me inscribí y así comencé”.

¿Qué ha sido lo que más te ha marcado de tus experiencias en los Trabajos Voluntarios?

“Lo que más me ha marcado es la desigualdad que todavía existe en Chile respecto de las personas que viven en la ciudad y las que viven en el campo. En todos mis voluntariados (que son cinco) nunca me ha tocado una familia que tenga alcantarillado o que tenga una ducha donde bañarse. Todos tienen baños de pozo y se lavan por partes como si vivieran en los años 70 o menos, todavía viven esa realidad. Pensar que viven solo a unos kilómetros de ciudades como cualquier otra y que sin embargo están en esas condiciones en el siglo XXI es lo que más me ha impactado. Eso es lo que motiva a seguir participando como voluntario, tratar de aportar aunque sea un granito de arena para dar dignidad a las personas”.

¿Cómo fue tu última experiencia como voluntario de Santo Tomás y qué es lo que más destacas del equipo de Talca que viajó a Teno?

“Me da mucha pena dejar el voluntariado (con lágrimas en los ojos). Hoy vivo con mi pareja y a ella la conocí en el voluntariado, llevo dos años con ella. Me marca porque además haces amigos desde Rancagua hasta la última sede del sur. Marca mucho no poder seguir conociendo personas, no tener la opción de volver a ver a esas amistades y no tener la oportunidad de ayudar a alguien más. Pero entiendo que es un ciclo. Como sede Talca nos destacamos por el compromiso y la responsabilidad. En mi comunidad todos fueron muy unidos y trabajamos coordinados como equipo. Nos juntábamos desde a tomar desayuno hasta el final del día incluido el trabajo diario. Fue una gran experiencia”.

¿Qué importancia crees que tendrá en tu vida profesional todas estas experiencias como voluntario?

“Creo que será vital. Como voluntario uno aprende a conocer otras realidades y eso hace que desarrolle la empatía con los otros. Creo que eso será lo que podré aplicar en mi vida profesional porque a veces viene alguien a pedirte ayuda y es necesario considerar que no todos tienen los mismos recursos ni las mismas oportunidades. Hay que entender que vemos caras y no sabemos las historias que hay detrás de las personas por eso hay que tener empatía. Cuando alguien trata mal a otros lo único que hace es perjudicarse a sí mismo y más aún en su profesión”.

¿Qué mensaje podrías entregar a los alumnos de Santo Tomás que aún no han tenido la opción de ser voluntarios?

“He escuchado muchas veces que los alumnos dicen que no han visto la información o no saben dónde ir, lo primero que les digo es que es imposible que no sepan. En época de captación de voluntarios está lleno de afiches por todos lados y solo hay que mostrar un poco de interés. Los invito a motivarse, que sacrifiquen una semana de hacer nada por ir a ayudar a personas que de verdad lo necesitan. Será una gran experiencia y nunca se van a arrepentir”.