Leonardo Rodríguez dictó charla motivacional para alumnos de Santo Tomás Viña del Mar

El exfutbolista Leonardo Rodríguez, ídolo de Universidad de Chile en la década de los ’90, ofreció una charla motivacional en Santo Tomás Viña del Mar, ocasión en la que hizo un breve repaso por su carrera como jugador profesional, recordando también sus inicios y los problemas que debió sortear en el ámbito familiar tras perder a su padre a muy corta edad. La visita del argentino se enmarcó dentro de las actividades de aniversario de la institución y fue coordinada por la Dirección de Asuntos Estudiantiles (DAE).

En el Aula Magna de la sede Uno Norte, “Leo” fue entrevistado por el periodista Darío Cuesta, Director Nacional del Área de Comunicación de Santo Tomás, frente a casi un centenar de alumnos que no disimulaban su fanatismo por los colores azules. De hecho, varios llegaron con camisetas, agendas y otros artículos para obtener un autógrafo del excampeón de América.

“Pareciera que nunca hubiese dejado de jugar en la ‘U’, el cariño que me brindan es increíble, lo vivo en cada momento, firmando poleras, tomándome fotos con gente que viene y me dice que bautizó a su hijo como Leonardo en mi honor, así que yo estoy muy agradecido. La verdad es que me emociona mucho y es bonito compartir estos momentos con ellos”, indicó Rodríguez.

De sus primeros pasos en el fútbol, recordó que a los 11 años de edad tuvo que enfrentar la muerte de su padre, situación que si bien fue un duro obstáculo, logró sortear gracias al respaldo familiar: “es muy importante el apoyo de los más cercanos, mi mamá y mi hermana me apoyaron mucho. Fue duro estudiar y jugar al fútbol, sin la presencia de un padre nunca es fácil, pero bueno, yo quería jugar al fútbol, me puse ese objetivo, me esforcé y me preparé para eso. Gracias a Dios pude cumplir con los sueños que tenía”.

También reveló que su debut en la Primera División Argentina jugando por Lanús no resultó como él esperaba. “Tenía 16 años, cerca de cumplir 17, entré y a los cinco minutos me expulsaron. Eso provocó que me tuvieran jugando un año en la Reserva, lo que fue un golpe duro para mí, pero un aprendizaje también. Me sirvió mucho para estar más tranquilo, para analizar las cosas, pero ahora es una anécdota de la que todo el mundo se ríe”, señaló, agregando que “seguramente ese episodio me reveló que todavía no estaba preparado para todo lo que iba a venir, pero la verdad es que como era joven no lo analicé mucho, lo viví con la locura del momento”.

Sobre su paso por Universidad de Chile, Rodríguez indicó que “fue la mejor decisión de mi vida” y comentó la relación que tenía con el presidente de ese entonces, René Orozco: “tuve que usar mucho la psicología para poder llevarme bien con él. Pero opté por decirle las cosas siempre de frente, mientras otros compañeros le mandaban recados por la prensa y eso nunca le gustó”.  Durante su charla, hizo una breve pausa para rendir un homenaje a su excompañero recientemente fallecido, Juan Carlos “Bombero” Ibáñez. “La verdad es que recién se están conociendo detalles de lo que le pasó, pero nadie merece morir así. Esto nos sirvió para que los jugadores de esa época nos volviéramos a unir y retomar el contacto”, dijo.

Al momento de entregar consejos para los alumnos de Santo Tomás Viña del Mar, el exseleccionado argentino indicó que “hay que ponerse objetivos, esforzarse, darle para adelante y sobrepasar los obstáculos cuando aparecen en el camino. Con fe y profesionalismo se pueden cumplir todas las metas, pero hay que esforzarse, no conozco a nadie que haya logrado sus objetivos cruzado de brazos sentado en un sillón”.