El director de la carrera de Psicología de Santo Tomás Los Ángeles, Jaime Aedo, profundizó en todo lo que ello conlleva y qué hacer para afrontar de mejor forma la tan “temida” PSU.

Rendir la Prueba de Selección Universitaria (PSU) significa afrontar un periodo de desgaste, tanto físico como emocional, que para algunas personas puede ser bastante duro. Ello, considerando que se trata de un test estandarizado que bien podría definir el futuro de quienes buscan un cupo en la carrera que anhelan estudiar en la universidad.

El director de la carrera de Psicología de Santo Tomás Los Ángeles, Jaime Aedo, explicó el estrés que implica prepararse para esta medición durante el año y de qué forma pueden mitigarlo, aquellos alumnos de Enseñanza Media.

Para poder entender este proceso, es necesario comenzar entendiendo lo que es el estrés. “Es un proceso normal, necesario para vivir y equivale a un desequilibrio que nos lleva a modificar nuestro entorno y/o a nosotros mismo, para poder afrontarlo”, sostuvo el profesional del área de la salud.

Partiendo de la base que este estrés mínimo necesario es el que nos permite levantarnos en la mañana para ir a trabajar o realizar cualquier actividad cotidiana, el problema radica cuando éste se transforma en algo excesivo.

¿Qué desequilibrio provoca enfrentar una prueba a los estudiantes de cuarto medio? La forma en que cada uno se responde esa pregunta es muy útil para entender que tan grande es el estrés que tenemos que enfrentar. Para cada persona ese desequilibrio se vivirá de modo distinto, pero aun así es posible identificar factores comunes para la mayoría de las personas. Un agente estresante que todo mundo que egresa de la enseñanza media comparte es que se abandona una forma de enfrentar la vida en genera y la educación en particular. Te tienes que enfrentar a abandonar un grupo de personas que te acompañaron y crecieron contigo durante años, a veces desde primero básico. Otro elemento central es tener que hacer el tránsito necesario a un mundo con reglas adultas, ya sea en educación superior o el mundo del trabajo”, relató el director de la carrera de Psicología de Santo Tomás Los Ángeles.

Asimismo, Aedo agregó que -lo que ocurre- es que el estrés que se genera de forma natural. La gran mayoría de los jóvenes lo enfrenta sin mayores dificultades. Sin embargo, existe un grupo de personas que por características personales y/o del entorno pueden a tener dificultades para enfrentar este tránsito. En esos casos, la activación necesaria que provoca el estrés pasa a convertirse en una condición que merma el rendimiento y deteriora la calidad de vida

“La PSU es una exigencia tanto para el alumno como para la familia, el entorno social, el colegio, los compañeros o amigos. Si alguno de esos eslabones tiene dificultades para afrontar la presión, un estrés relativamente pequeño puede transformarse en algo grande y potencialmente dañino”, destacó el profesional.

Condiciones para el estresado

Por otra parte, Aedo sostuvo que la capacidad para tolerar el estrés varía bastante entre las personas, existiendo quienes pueden tolerar bastante bien experiencias que para otros resultarían traumáticas, pero también personas que con muy poco se estresan mucho, al punto de descompensarse con demandas normales de su entorno.

“Hay mucha variabilidad de tolerancia al estrés en las personas y esa variabilidad depende de muchos factores. Entre los principales, está el apoyo social que uno tenga: mientras más y mejor soporte social, probablemente será más fácil tolerar el estrés”, relató el psicólogo.

Esto apoyo social tiene aspectos afectivos (familia, amigos, personas que acojan, aconsejen, consuelen, etc.) y aspectos materiales (tener un entorno que te provea de techo, seguridad alimentaria, seguridad física, no ser víctimas de maltrato.

Otro aspecto que incide en la capacidad para tolerar el estrés es tanto salud física como mental. Si un alumno tiene problemas previos de salud mental como, por ejemplo, una depresión severa y, además, tiene que enfrentar la PSU, el impacto de ese estrés podría ser mucho más potente en esa persona.

¿Cómo se afronta el estrés causado por la PSU?

Al momento de entregar consejos, Aedo siempre intenta explicar que en Psicología se trabaja con modelos y uno de los más simples para describir cualquier fenómeno es el Modelo Biopsicosocial. Es decir, frente a cualquier problema, “preocúpate de identificar las variables biológicas, psicológicas y sociales que están interactuando”.

Respecto al aspecto biológico, en lo que dice relación con la PSU, podríamos partir por la percepción: ¿estás viendo bien? ¿necesitas lentes? ¿Estás escuchando bien? Luego, explorar la necesidad de corregir alguna patología no tratada ¿Tienes algún dolor crónico? ¿funcionan bien tus procesos biológicos? No descartes preguntas de este tipo ya que son necesarias tenerlas claras, no a un día de rendir la prueba, sino que -por lo menos- un par de meses antes.

Dentro del aspecto biológico, está también el tema del sueño y la alimentación. El director de la carrera de Psicología sostuvo que -en este punto- no existe una única forma correcta de comer o descansar; sin embargo, lo que tiene que ocurrir es que la alimentación sea saludable y completa, y los ciclos de sueño vigilia deben ser reparadores, dependiendo de las características de las personas.
Además, el profesional de la salud agregó que -en torno a las horas de sueño- la idea es que sean ordenadas y este proceso de ordenamiento no comienza el día anterior a la PSU; la idea es comenzar, por lo menos, un mes antes con los ciclos de sueño y alimentación ordenados.

Por su parte, Aedo discrepa con quienes suelen recomendar, por ejemplo, ingerir un chocolate el día antes de rendir la PSU como un método mágico para “calmar los nervios” o “aumentar la concentración” ya que puede ocurrir que este alimento (como muchos otros) no le haga bien al estudiante en el caso de abusar de ellos lo que puede provocar malestar gástrico significativo que, durante la rendición de la PSU puede afectar gravemente la concentración.

“Al momento de rendir la PSU, hay gente que -por ejemplo- recomienda consumir bebidas energizantes. Efectivamente, éstas aumentan el nivel de alerta pero también incrementan el nivel de ansiedad; probablemente, estén muy despiertos pero muy ansiosos y no sea precisamente una ayuda”, agregó el experto.

Desde el punto de vista psicológico, Aedo recomendó tener muy ordenadas las metas, tener claro cuáles son las expectativas que tienen y que éstas, además, sean realistas. “Hay personas que te dicen que tienes que ir a rendir la prueba con fe de que todo va a salir perfecto y, a veces, esa pseudo psicología como de libro de autoayuda, no sirve de mucho o incluso puede llegar a ser perjudicial”.

En este punto, agregó que lo que sirve son más bien las expectativas realistas; la idea es enfrentar la PSU con la intención de “dar lo mejor que puedas de ti mismo”. El especialista agregó, además, que el tema no pasa por si la persona estudió o no durante las últimas semanas antes de la prueba, sino que más bien de un proceso completo de enseñanza que parte en la niñez.

“Ahora, claro, es posible identificar vacíos en la formación, pero lo conveniente es que esos vacíos no se identifiquen el día antes de la prueba. Si hay vacíos que se identifican a tiempo, probablemente tengas tiempo para llenarlos”, expresó el director de la carrera de Psicología de Santo Tomás Los Ángeles.

Expectativas para la PSU

El profesional de la salud expresó que, además, importa mucho cuáles son tus expectativas; si efectivamente un alumno tiene promedio cuatro en el colegio y en los ensayos está sacando 400 puntos, estudiar medicina no es muy realista y es muy probable que el rendir la prueba genere una frustración más que una alegría. “Sólo con actitud positiva no se van a resolver problemas de fondo”, agregó.

Otro factor que hay que tener en cuenta son los modelos de atribución. A modo de ejemplo, detalló que existen personas que le echan la culpa al empedrado y atribuyen sus malas notas porque el profesor le tiene mala; eso son modelos de atribución externas.

La gente que tiende a tener mejores rendimientos tiene modelos de atribuciones internas. Es decir, son personas que, si les va mal en una prueba, más allá de pensar que el profesor haya hecho una prueba difícil o que le tenga mala, son personas que se preguntan ¿qué hice yo para sacarme esa nota? Esa actitud no se logra dos semanas antes de la prueba. Se forma durante todo el proceso de crianza y educación formal e informal. Es algo en que los padres y madres tienen mucho que ver”. expresó Aedo.

El último aspecto por considerar es el social; éste tiene que ver con el apoyo con el que cuentan los jóvenes, con el grupo de personas que lo rodean. “¿Qué está pasando con tu grupo de amigos, con tu familia? Tu grupo de amigos o familia, a veces, pueden ser tu mejor ayuda o pueden ser los peores enemigos”, relató el profesional.

En este sentido, lo ideal es que los alumnos puedan filtrar aquellos vínculos que le hacen mal versus aquellos que le hacen bien; esto, porque puede suceder que la familia -pese a la buena voluntad- puede ser la mayor fuente de estrés en la PSU.

16° Ensayo Nacional PSU Santo Tomás, inscripciones abiertas

Para el próximo sábado 28 de abril, Santo Tomás organizó el 16° Ensayo Nacional de la PSU, el cual está dirigido -especialmente- a todos aquellos alumnos que, este año, deben rendirla. Se trata de un evento que se realizará en las 23 sedes de la Institución de Arica a Punta Arenas y para conocer los detalles de inscripción pueden ingresar a ensayopsu.santotomas.cl.