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Más de 120 trabajos de todo el mundo postularon a la 8º versión de FEDAXVDiálogos Públicos de la Universidad Santo Tomás Talca recibió a ex Ministro Jorge Burgos
El militante DC habló con los estudiantes de Derecho sobre política, demandas sociales y el Estado de Derecho en nuestro país.
Continuando con el ciclo de Diálogos Públicos que organiza la carrera de Derecho de la Universidad Santo Tomás Talca, el último invitado fue el ex Ministro y militante de la Democracia Cristiana, Jorge Burgos Varela, con el tema “Estado de Derecho, Política y Demandas Sociales”.
La visita de Burgos se suma a las del ex fiscal Carlos Gajardo, el ex Presidente del Senado, Camilo Escalona y el líder de Acción Republicana, José Antonio Kast.
Jorge Burgos es abogado y político, militante del partido Demócrata Cristiano, ex Ministro del Interior y Defensa en el segundo gobierno de Michelle Bachelet. Fue Diputado por el distrito N° 21 de la Región Metropolitana entre 2002 y 2014; fue Subsecretario de Guerra y embajador durante el gobierno de Eduardo Frei y Subsecretario del Interior en la administración de Ricardo Lagos.
¿Cuál es su análisis general de la actual política chilena?
“Creo que en general este es un país que funciona relativamente bien en algunos aspectos, en otros con más problema. Probablemente si uno hace un estudio comparativo con países parecidos al nuestro, si miramos a nuestro barrio nuestra situación es muy positiva y seguimos varios aspectos punteros de la carrera del desarrollo. Ahora la mirada es un momento muy complejo de lo que pasa en el barrio, la crisis institucional peruana que se está resolviendo, la crisis económica argentina, la elección de presidentes populistas con discursos tan complejos como Bolsonaro y para qué hablar de lo que ocurre en Venezuela que es un régimen que ha derivado en dictadura. Dicho eso creo que nosotros debemos mirarnos un poco hacia adentro y hacer un análisis de qué está ocurriendo en Chile no solo en comparación con otras partes sino que con nosotros mismos y creo que desde esa perspectiva debemos tener mucho cuidado con ciertas cosas que vienen ocurriendo como la deslegitimación de la política, el juicio de reproche sobre las instituciones políticas, la falta de sintonía entre la política y la ciudadanía, la falta de interés de la gente por participar en la política, la falta de liderazgos claros a la hora de tener posiciones más allá de lo que diga la encuesta de fin de semana son cosas preocupantes de la política chilena y creo que si no las enfrentamos corremos el riesgo de ir perjudicando nuestra transformación y nuestras instituciones de manera bastante delicada”.
Sin duda que hoy se mantiene un desprestigio de la clase política, incluso se entiende y estudia como un fenómeno social; a su juicio, ¿cuáles son los factores que causan este estado?
“La política en el mundo entero pasa por un momento muy complejo desde el punto de vista de la adhesión ciudadana y el reproche ciudadano, está pasando en Europa Central donde partidos fuera del sistema empiezan a tener más votos, lo que ha pasado en Inglaterra, Macron que recupera un poco, pero ha estado con complejidades. Pienso que hay muchas razones y en el caso de Chile un juicio de las personas muchas veces fundado en hechos reales de aprovechar la política para ayudar a ciertos corporativismos, para ayudar a los amigos, a los compañeros de partido y eso ha hecho mucho daño. Creo que la política chilena tiene que aprender de eso, se han tomado ciertas medidas que desde el punto de vista del financiamiento de la política creo que han funcionado bien, pero hay un grado de desprestigio acumulado durante varios años no solo de la política sino también de otras instituciones como el empresariado, las fuerzas armadas, de las instituciones morales para qué decir, por lo que creo que es básico hacer esfuerzos rectificatorios”.
¿Cuál es el diagnóstico que usted configura sobre la posición que cumple la Democracia Cristina en el actual escenario de la política?
“Tengo una mirada bien positiva del rol que ha cumplido en el último tiempo la conducción de la Democracia Cristiana, particularmente su presidente, el joven dirigente Fuad Chaín que creo ha sido capaz de leer a esta sociedad que reprocha a los partidos políticos que solo miran el interés personal de su partido o de su grupo de militantes y que entienden que cuando se está en la oposición hay que ponerle al gobierno todas las trabas del mundo. Creo que Chaín en la práctica ha roto eso y espero que el esfuerzo que ha hecho por poner a la Democracia Cristiana como un partido de oposición distinto al gobierno con una visión distinta pero sí capaz de buscar acuerdos poniendo cosas propias como en el tema tributario y otros. Creo que daña al país cuando uno entiende que donde lo ponga la política lo que tiene que hacer es ponerle problemas a quien gobierna”.
¿Cómo ve la próxima elección presidencial?
“Falta mucho todavía, más de dos años. Hay muchos interesados e interesadas legítimos, pero creo que faltan definiciones todavía. Yo esperaría que en Chile para la elección del 2021 haya cuatro grupos nítidos de identificar en la primera vuelta más allá de lo que pase en la segunda vuelta porque segunda vuelta va a haber. Veo cuatro grupos nítidos, veo por la extrema derecha una cosa que va a ser novedosa para la derecha que es el señor Kast y su partido Republicano cuyo émulo es Bolsonaro u otro, va a ser candidato; creo que desde el otro polo, desde la izquierda y algunos sectores de extrema izquierda van a tener una candidatura bajo la nominación Frente Amplio; creo que la derecha tradicional, la continuidad de Piñera hasta cierto punto va a tener un candidato; y creo que la centro izquierda más tradicional de este país y lo que fue la Concertación debieran llevar un o una candidata porque si ese sector que hoy puede no ser mayoritario pero que tiene una base de 20 puntos no lleva candidato sería inentendible”.
Jorge Burgos se dedicó a la política por una opción personal, según ralata, venía de una familia donde se hablaba de política, pero sus padres no eran políticos; «tenía varios parientes políticos y se hablaba de política, se hablaba de lo público, no se eludía el tema, teníamos gente de distintas posiciones y las conversaciones eran con respeto y con interés por el país. La política es un lugar maravilloso si se hace bien a mi juicio, para contribuir al desarrollo de un país, por eso estoy en política”.