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¿Tienes tus pies listos para el verano?
Con la llegada del buen tiempo comenzamos a utilizar zapatos más destapados, un cambio que trae consigo durezas e incomodidades producto del contacto con el polvo, pasto o arena y los cuidados de los pies se hacen necesarios. Toma nota de los siguientes consejos y prepárate para lucirlos a la perfección.
Junto con la llegada del verano y el aumento de las temperaturas, reaparecen en nuestros clóset los zapatos descubiertos y las sandalias, mientras que los calcetines y medias abandonan poco a poco nuestra rutina. Con ese cambio de calzado también aparecen durezas e incomodidades en nuestros pies.
Cuidados de los pies
Hay algunos cuidados de los pies que necesitamos implementar para empezar a usar las sandalias en el verano, lo que para el jefe de carrera de Técnico en Podología Clínica del CFT Santo Tomás Puente Alto, Rodrigo Inzunza, no significa simplemente aplicar un esmalte de uñas, ya que con el frío del invierno lo más probable es que los pies estén secos y descuidados.
«Al exponer nuestros pies al ambiente, al polvo, pasto o arena, se produce un engrosamiento de la piel que provoca durezas en los talones y en los bordes laterales. Debemos tener presente que la piel es un órgano que nos protege del frío y del calor (…) y al cambiar de calzado sin una protección directa, como calcetines o medias, pueden aparecer lesiones”, señala el académico de Santo Tomás.
Consejos para cuidar los pies
Prevenir dichos malestares es simple, y la clave está en preparar la piel de los pies durante todo el año, hidratándola a diario utilizando cremas u otras soluciones como vaselina líquida o sólida. Pero como el verano ya llegó y necesitamos realizar cuidados de los pies para protegerlos, Rodrigo Inzunza entrega las siguientes recomendaciones para implementar en el hogar:
- Realizar una higiene diaria y con secado prolijo, idealmente con toallas de papel desechables o con una exclusiva para dicha zona. Además, es recomendable utilizar un jabón neutro, para así evitar el cambio de PH en la piel.
- El calzado debe ser cómodo, holgado, e idealmente de materiales nobles como el cuero, para evitar la sudoración excesiva.
- En el comercio existen diversos productos para evitar o tratar los callos, durezas y fisuras, hechas especialmente para los pies, pero también existen tratamientos caseros. La palta y el aloe vera son hidratantes naturales. Se recomienda aliar estos componentes y aplicarlos como una máscara en ambos pies por 30 minutos.
- Finalmente, es importante acudir al podólogo con regularidad, por lo menos tres veces al año, ya que nos educará en los cuidados de los pies.
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